En el marco de la segunda ola de coronavirus en el país, la curva de casos registró un leve descenso pero aún se continúa en la meseta de números altos de contagio. El cuidado personal y la inmunización son las herramientas claves para luchar contra la pandemia.
Los expertos descubrieron la presencia de siete de las cepas de coronavirus en el país, pero establecieron que la población debe conservar la calma y atenerse a respetar las medidas de bioseguridad impuestas para frenar la pandemia.
En los últimos días se detectó la presencia de las variantes india y sudafricana de la enfermedad en tres pasajeros que llegaron a fines de abril al aeropuerto de Ezeiza desde Europa. Esto da como resultado un total de siete cepas en el país desde el comienzo de la emergencia sanitaria.
Se trata de las cepas del Reino Unido, la de Manaos, la de Río de Janeiro, la de California, la Andina y, las más recientes, las cepas de India y Sudáfrica. Sin embargo, su detección no significa que exista circulación comunitaria. De hecho, en el caso de las dos últimas, solo se informaron tres casos en total, dos niños contagiados con la cepa india y un adulto de 58 años afectado con la sudafricana. Los tres casos fueron detectados pocos días atrás en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y aislados en forma preventiva junto a sus contactos estrechos, para evitar la propagación del virus.

Gabriel Levy, jefe de la Unidad de Infectología del Hospital Durand de la Ciudad de Buenos Aires, dijo que “es algo inevitable que surjan nuevas variantes porque sigue habiendo traslados al exterior, independientemente de las restricciones. De ningún modo es para generar alarma”, afirmó en diálogo con TN.com.ar.
Y añadió: “El aumento de los contagios se va a evitar en la medida en que aumenten los cuidados y sigan las restricciones controladas que puedan quitarse o volver de acuerdo a cómo viene el número de casos. La gente debe cumplir estas medidas y debemos seguir con la campaña de vacunación lo más acelerada posible”.
LA CEPA DE MANAOS
La variante amazónica hizo colapsar el sistema sanitario de Brasil y tiene alta capacidad de transmisión. Desde allí, la cepa se ha trasladado a todo el Cono Sur y hoy es una de las variantes que más golpea a la Argentina.

Además, otra característica que la hace más temible es que entre el 25% y el 61% de las personas ya infectadas de coronavirus pueden volver a contagiarse con esta nueva variante. Se cree que la carga viral en el organismo puede ser hasta 10 veces más alta.
Los expertos consideran que la inoculación es efectiva para luchar contra esta cepa.
LA CEPA DE RÍO DE JANEIRO
La variante de Río de Janeiro irrumpió en la ciudad brasileña a fines del año pasado. Se la considera resultado de cinco mutaciones en la variante original que afectó en la primera ola de la pandemia en Brasil.

Los científicos observaron una mutación llamada E484K en el dominio de unión al receptor de la proteína Spike, presente en la superficie del virus que causa el COVID-19.
Esta variante no ha sido tan agresiva como su vecina de Manaos.
LA CEPA ANDINA
Los científicos consideran que la variante Andina surgió en algún punto entre Chile y Perú. En la Argentina comenzó a mencionarse con asiduidad después que se confirmó el contagio del presidente Alberto Fernández con esa cepa de COVID-19 a principios de abril.
Los expertos aún no se pudieron establecer si esta cepa es más contagiosa o resistente a las vacunas contra el coronavirus.
LA CEPA DE CALIFORNIA
Esta variante procedente de Estados Unidos es una de las menos mencionadas entre las cepas que circulan en la Argentina.
Fue detectada en más de 50 países. En Estados Unidos hay reportes que indican que sería un 20% más transmisible, pero las vacunas demostraron su eficacia contra esta cepa.

Según el diario La Voz, en Córdoba fueron detectados siete casos, cuatro en Río Tercero y tres en la capital provincial. Se la considera una variante poco frecuente en el país.
LA CEPA DE REINO UNIDO
La variante británica está presente en el país desde hace un tiempo, sus primeras apariciones se detectaron en diciembre y se extendió rápidamente en el planeta.
Según un estudio publicado en la revista médica BMJ, la variante inglesa es 64% más mortal. Por cada 1.000 casos detectados, provoca 4,1 muertes frente a 2,5 para el coronavirus clásico.

De todas maneras, la inoculación también se demostró efectiva contra esta variante e incluso la campaña británica de inmunización fue exitosa.
LA CEPA SUDAFRICANA
Esta cepa fue detectada en Sudáfrica a fines del año pasado y se ha extendido por varios países de Europa.
En la Argentina solo se contabilizó un caso: el del adulto de 58 años que llegó al país a fines de abril procedente de España. El hombre fue aislado en un hotel porteño y solo tuvo síntomas leves, según el reporte del Ministerio de Salud.

Los estudios muestran una disminución de la capacidad de neutralización de las vacunas en pacientes que sufren esta variante. Por eso la preocupación es que pueda reinfectar o reducir la eficacia de las inmunizaciones.
El laboratorio Moderna anunció que su vacuna protege contra esta variante. Sin embargo, un estudio israelí demostró que la variante sudafricana tiene una mayor capacidad para eludir los anticuerpos generados por la vacuna de Pfizer/BioNTech que otras formas de la enfermedad.
LA CEPA INDIA
La variante de coronavirus india está detrás del brutal crecimiento de casos de COVID-19 en el país asiático, hoy epicentro de la pandemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que se trata de una cepa más contagiosa y resistente a algunas vacunas y tratamientos. Por ello, numerosos países han suspendido sus conexiones aéreas con el país. Sin embargo, esta variante ya fue detectada en varias naciones europeas.

Los dos casos detectados en la Argentina corresponden a dos niños que llegaron al país de París y fueron aislados en un hotel de la Ciudad de Buenos Aires junto a sus padres, cuyos test resultaron negativos.