Un estudio realizado por el Instituto de Investigaciones en Retrovirus y Sida (INBIRS), dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet, reveló cómo es el efecto que tiene el coronavirus en la niñez y qué consecuencias puede generar. En ese sentido, la investigación dio detalles sobre el comportamiento del virus en los menores de edad y advirtió sobre “el síndrome inflamatorio post COVID”, una secuela que aparece en más de la mitad de los pacientes que tuvieron la enfermedad.
“El 57% de los chicos y chicas que manifestaron la infección conocida como “síndrome inflamatorio post covid” requirieron internación en unidades de terapia intensiva”, explicó la responsable del trabajo, Lourdes Arruvito. Y agregó: “Con lo poco que aún sabemos del virus, y mucho menos en niños, todo avance es alentador para entender cómo se comporta”.
El estudio implicó un seguimiento de más de mil pacientes pediátricos de ocho hospitales del AMBA y en un primer momento estaba enfocado en analizar el nivel de contagios en niños, niñas y adolescentes: “Fuimos cambiando la mirada y sumando hipótesis a medida que avanzábamos. Hoy está claro que los chicos se contagian y si bien suelen atravesar la enfermedad de forma leve, no están exentos de complicaciones”, señaló Arruvito y aseguró que “si algo que cambió con la segunda ola, es que están ingresando con más frecuencia casos severos en distintas instituciones. Por eso no hay que dejar de poner atención en cómo evoluciona el COVID-19 en niñes”.
Uno de los principales hallazgos de la investigación indicó por qué el sistema inmunológico de los niños, niñas y adolescentes combate mejor el virus que el de los adultos, y afirmaron que se debe a una respuesta atípica por parte de los neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco que ayuda a enfrentar la infección, que presentaron los niños y niñas con COVID-19. La pregunta acerca de por qué los chicos y chicas presentan síntomas más leves o nulos fue uno de los interrogantes ya que, de los 552 casos analizados en etapa aguda, 84 fueron asintomáticos, 358 fueron pacientes leves y 100 moderados.
En esa línea, Arruvito señaló que “tiene que ver con la respuesta inmune innata de esta franja etaria. Estas células -los neutrófilos- tienen un rol dual. Ayudan en la eliminación del virus aunque también pueden resultar dañinos si migran de forma masiva al foco inflamatorio, que en este caso es el pulmón. Lo que demostramos es que hay un fenotipo atípico en los neutrófilos circulantes en niños con covid-19 que difiere notablemente del fenotipo mostrado por los neutrófilos de pacientes adultos contagiados con el virus. Este patrón distintivo previene la infiltración, es decir, inhibe esta migración y preserva la función pulmonar, lo que explicaría por qué los chicos presentan menos síntomas respiratorios aunque no quiere decir que potencialmente no enfrenten ningún riesgo”.
Sin embargo, reconoció que “hay un subgrupo de pacientes con patologías previas que manifestó una producción de anticuerpos débil y retardada en el tiempo. De estos pacientes hubo dos fallecidos, aunque no podemos precisar si fue estrictamente por el virus o por una conjunción de factores”, y detalló que “en cuanto al resto de los pacientes analizados -asintomáticos, leves y moderados-, las chicas y chicos que no presentaron síntomas o fueron muy leves generaron anticuerpos de forma temprana, es decir, dentro del primer mes luego del diagnóstico de la enfermedad. En un grupo al cual se le hizo seguimiento, aún los conservaban tres meses después”.
Respecto al riesgo del síndrome inflamatorio multisistémico o "síndrome inflamatorio post COVID", Arruvito remarcó que aparece en chicos sanos que tuvieron coronavirus de forma asintomática y afecta al sistema cardíaco con una respuesta inflamatoria severa: “Se trata de una respuesta inflamatoria exacerbada a una infección previa. Se manifestó en chicos en edad escolar, que rondan los 6 años. Aparece entre uno a dos meses después de la infección por coronavirus y en general presenta lesiones en la piel, diarreas, síntomas cardíacos, aneurismas en las arterias coronarias, y una inflamación descontrolada”.
“Si bien evolucionan favorablemente, la mayoría requiere internación en unidades de terapia intensiva. En la investigación evaluamos los principales órganos que se ven comprometidos: además del compromiso cardíaco, a nivel hematológico puede producir anemia, plaugtopenia o trastornos en la coagulación, y el tercer órgano más afectado es la piel. Respecto de la relación de esta infección con la covid-19, como en general los chicos que manifiestan el síndrome fueron asintomáticos, recién cuando aparece la inflamación podemos saber, por el nivel de anticuerpos, que previamente tuvieron coronavirus”, añadió.
Y concluyó que “si pensamos en los riesgos, hay tres grupos de niñes vulnerables a los que habría que proteger: a los menores de dos años, que tienen el sistema inmunológico aún inmaduro, a los que poseen enfermedades previas, porque pueden desarrollar formas más severas de coronavirus, y a los chicos en edad escolar, en especial los de la franja etaria que manifestaron el síndrome inflamatorio post covid, que si bien es poco frecuente, pone en riesgo la vida y para quien lo tiene que atravesar no es para nada agradable”.
Vale destacar que, según el último reporte del Ministerio de Salud de la Nación-que contempla los contagios hasta el 3 de mayo- sólo en el AMBA se registraron 41.071 casos positivos en menores de 20años. En todo el país, 484 niños y niñas requirieron internación en terapia intensiva y se registraron 185 muertes en esa franja etaria desde el inicio de la pandemia.