-Yo creo que es más un slogan que una realidad y eso lo demuestran los resultados, la gente nos acompañó en prácticamente todo el partido de La Plata. Tenemos alguna islitas donde hemos perdido, pero son con poca población y sin grandes diferencias. Con lo cual queda claro que hay una conformidad global. Por eso, aunque todavía faltan hacer algunas obras importantes me da la sensación que la gente evalúa que van a llegar, que hasta ahora le tocó al barrio del al lado o que se cambió todo el parque lumínico de la ciudad o que se hicieron algunas obras troncales. Todo eso hace que el electorado vea con esperanza que la gestión municipal puede cumplir con las necesidades de todos los barrios.
-¿Y cuáles son esas necesidades que todavía no se pudieron atender?
-Hoy el principal reclamo de la gente no tiene que ver con un reclamo estricto al municipio, sino que está relacionado con la gestión provincial y es la inseguridad. Es un tema que nos preocupa y en el que estamos permanentemente instando a que se tomen decisiones, que se retome la idea de sentarnos en una mesa a discutir para planificar juntos una política. Porque no se puede llevar adelante una política de seguridad sin los intendentes y mucho menos aislar a aquellos intendentes que no son del mismo color político.
-¿Pero respecto de los problemas que sí son competencia del intendente?
-Hay un problema estructural que tiene que ver con las obras de cloacas y agua. Es uno de los principales reclamos sobre todo a medida que nos vamos alejando del casco, pero no se trata de una cuestión económica, porque hay lugares donde viven familias de buen pasar y tampoco tienen las obras estructurales de cloacas o agua corriente. Esa es una demanda muy importante teniendo en cuenta que es un partido muy grande en el que más del 50% no tiene acceso. Después hay cuestiones puntuales según el barrio, en algunos llegaron los arreglos de calles y en otras están demorados.
-¿En esta etapa de la emergencia sanitaria cómo se debiera salir de la pandemia?
-El gran desafío es pensar la postpandemia , algo en lo que desde el Municipio ya se está trabajando, con el programa "La Plata reactiva". Eso tiene que ver con dar herramientas posibles desde una gestión local, ya que no se puede avanzar con medidas económicas estructurales. Pero hay otro desafío para afrontar que es el posible vacío de poder que pueda registrarse según cual sea el resultado que se de en las alecciones.
-¿Creés que se puede dar un problema de gobernabilidad?
-Creo que la dirigencia tiene que ser muy inteligente para manejarlo. Hay que ver cuáles son los resultados finales y de acuerdo a eso ser muy inteligentes para transitar los próximos dos años.
-¿Y cuál es rol que va a tener la oposición en ese marco crítico que planteás?
-Primero hay que ver el rol que nos da la gente con el acompañamiento con su voto. De acuerdo a cómo se da eso hay distintas alternativas. Lo que se avizora es una derrota clara de los gobiernos nacional y provincial, habrá que ver de qué manera y en qué porcentaje para ver cómo se construye este nuevo escenario en el que habrá un debilitamiento del gobierno que incluye como agravante las internas de sectores que conviven y están atados con alambre y en una pelea de todos contra todos. Entonces hay que evaluar cómo queda la composición del Congreso y la Legislatura y a partir de ahí reconstruir un nuevo modelo de cara a los próximos dos años.
-Pero en Juntos hay sectores muy duros y al gobierno le van a quedar dos años por delante ¿Es posible ese tránsito dialogado?
-Es necesario que se busquen soluciones para llegar al 2023 lo mejor posible. Y eso implica una sociedad que no esté fracturada, pero esto no se debe hacer cogobernando, de ninguna manera. La gente eligió hace dos años al Frente de Todos para que gobierne y lo debe hacer. No lo está haciendo de la mejor manera, es cierto, pero tendrá que cambiar el rumbo y escuchar más a la oposición y tal vez ir a una realidad más parlamentaria que ejecutiva. Eso implicará un Parlamento con más peso, en el que haya que sentarse a evaluar y consensuar políticas que estén relacionadas con el voto de este año.
-En el último tiempo se tensionó mucho la relación con la oposición en La Plata ¿Es una situación que tiene retorno?
-Yo creo que es producto del año electoral. Hay mucha discusión nacional y provincial que desemboca en el Concejo Deliberante, pero es algo que ha pasado siempre en los años impares. Tal vez este año fue un poco más intenso por la rareza que impuso la pandemia.
-¿Con qué rol te ves vos en el próximo período, el cual demandará cambio de autoridades en el Concejo?
-Primero esperemos el resultado para ver qué oposición tendremos y después desde ahí, con el intendente y los distintos espacios de nuestro sector político, resolver los roles.
-¿Pero podrías ser el presidente del Concejo?
-Es una posibilidad y obviamente tengo muchos años de experiencia desde mi primer mandato hace como treinta años. Puede ser, pero la vamos a hablar una vez que los resultados indiquen cómo es la composición del cuerpo para definir en función de ese escenario.
-Tu trabajo fuerte ha sido el planeamiento de la ciudad ¿Hay temas que se suman a la agenda para el próximo período?
-Es un tema troncal que me gusta y el año que viene probablemente se sume otro que está relacionado y tiene que ver con el transporte, lo que exigirá posiblemente rediseñar el sistema público
-¿Se está charlando de un cambio en el sistema de transporte?
-Hay que hacerlo por las características del servicio y porque además vencen las concesiones. La ciudad va cambiando permanentemente y se dinamiza y no es la misma que hace 15 o 20 años. Hubo un crecimiento de algunos barrios y se han modificado las estructuras de traslado, entonces son todas cuestiones que hay que analizar porque el sistema de transporte ha quedado desfasado.
-¿Que tipo de cambios puede haber? ¿De recorridos, de organización?
-Hay que repensar todo. Algo que se sumó y cambia la perspectiva fue la pandemia. Cambió costumbres, usos, la manera de circular y de trabajar, porque capaz que alguien trabajaba trasladándose cinco días a la semana ahora lo hace sólo tres días porque a través del teletrabajo empezó a modificar los modos. Eso implica cambios en los traslados, pensar en una ciudad multicéntrica, con crecimiento de algunos centros. También ha habido modificaciones en los traslados de las personas que buscan vías alternativas como la bicicleta, las pequeñas motos o lo monopatines. Todo eso hace que empiece a cambiar la circulación incluso con un retroceso del auto. Todas esas variables hay que evaluarlas porque representan cambios que son para muchos años.
-¿El Código de Ordenamiento Urbano se va a cambiar en su totalidad o se va a seguir con estas modificaciones parciales que se vienen haciendo?
-Se han hecho cambios importantes en este último tiempo. Se cambiaron zonificaciones, espacios de protección, modalidades de ejecutar la ciudad. Y creo que se va a seguir con esta modalidad. En ese sentido es muy importante la revitalización que tuvo el CUOT como ámbito de discusión y generación de estas modificaciones. Hemos tenido unas 15 cambios importantes que modificaron el espíritu que tenía el Código aprobado en 2010.
-¿Avanza tu proyecto para que Meridiano V sea un distrito cultural?
-Sí. Y ahora lo vamos a compatibilidad con una futura ordenanza marco para todos los distritos económicos y culturales en La Plata. El objetivo es aplicar en otros sectores de la ciudad el mismo criterio con el que pensamos en Meridiano V como distrito histórico, cultural, turístico y gastronómico. Esa proyecto marco ya fue presentado y la idea es sacar las dos cosas juntas.
-¿Qué pasó con la intención, ahora desactivada por la polémica que se generó, de crear el "Barrio del Tambor" en Tolosa?
-Creo que hubo un error de interpretación por parte de la gente del barrio. Nunca el espíritu fue modificar el nombre de ningún barrio sino potenciar una actividad como la el candombe a través del acercamiento que propiciaba un sector de la colectividad uruguaya. Eso generó mucho ruido porque algunos interpretaron que era cambiar el nombre del barrio, sobre todo El Churrasco que estaba dentro de ese espacio, otros interpretaron que era cambiar el nombre de Tolosa, lo cual estaba aún más lejos porque es una localidad prefundacional y yo soy impulsor de la comisión que se creó para los festejos de su 150 aniversario.
-¿Y cuál era la idea con el nombre?
-Era un reconocimiento a la actividad como pasa con el barrio Meridiano V, que a lo mejor muchos no lo saben pero se llama "Barrio del tango". Bueno, nadie dice "voy al barrio del tango". Acá también era fomentar una actividad, era el "Barrio del Tambor" no "Barrio El Tambor". Pero ante la confusión hicimos marcha atrás el proyecto para que se interprete como corresponde y cuando salga será en conjunto con la gente.
-Otro de los temas que generó polémica fue el del adoquinado, con derivaciones judiciales ¿Hubo un error al avanzar con la pavimentación sin las autorizaciones del Concejo?
-Hay una protección patrimonial que seguirá estando, como en Barrio Hipódromo, en Tolosa o Meridiano V, porque va con la idiosincrasia de esos barrios. Pero comprendo que la medida está relacionada con la seguridad vial que a veces no garantiza el adoquinado. Por eso se optó por el camino de asfaltar muchas calles. Plaza Rocha es un ejemplo porque implica un riesgo en días de lluvia. Pero hubo una cuestión técnica porque en esta etapa se avanzó pensando que la diagonal 78 estaba incluida en la ordenanza anterior, que exceptuaba de la protección patrimonial a algunas arterias. Ahora vamos a aggiornar la situación a través de una ordenanza para luego validarla en la justicia y continuar con las obras, que apuntan a la seguridad vial.
-¿Cómo ves tu proyección política pensando que Garro estaría impedido de ir por la reelección?
-Creo que vamos a tener la posibilidad de seguir gobernado si seguimos en este rumbo, pero se darán los tiempos necesarios para ver quién o de qué manera puede seguir ese proceso. Puedo ser yo, pero hay cinco o seis nombres con esa posibilidad.
-Pero considerás que podés ser vos
-Yo como cualquier otro. No es una cuestión personal sino que tienen que ser cuestiones grupales para dar continuidad a un proyecto. Y dentro de ese proyecto hay cinco o seis nombres que pueden acompañar el proceso.
-¿En qué sector interno de Juntos te ubicás actualmente?
-Yo creo mucho en este espacio que hoy es Juntos y creo en entender que en la política ya no es tan importante la pertenencia exclusiva a un partido aunque sí existan partidos que fortalezcan a la coalición. Pero se van incorporando dirigentes de distintas procedencias que no tiene una pertenencia como muchos que vienen del peronismo histórico pero que no son del PJ. O algunos que venimos del radicalismo o de la Coalición Cívica pero no somos parte de la estructura de esos partidos. Hoy este espacio permite esto porque se salió de la estructura partidocrática del siglo XX para pasar a una cultura más frentista o coalicionista que permite cierta autonomía o independencia más allá de la línea de pensamiento.
-Así que te ubicás más como independiente que perteneciente a una estructura
-Exactamente. Más allá que de todos modos colaboro con alguna estructura como la de Graciela Ocaña y el espacio de Confianza Pública, junto a Adrián Pérez. Pero en lo que tenemos que trabajar fuertemente es en ofrecer certezas y dirigentes que sean capaces de estar a la altura. Y creo hoy que esa visión están encabezada principalmente por Horacio Rodríguez Larreta para la Nación y Diego Santilli para la provincia.
-¿Y Garro?
-Es un dirigente esencial y fundamental en la provincia de Buenos Aires y ha demostrado capacidad de gestión y que se puede transformar claramente en un dirigente provincial con proyección.
-El no descarta trabajar en un proyecto por la Gobernación
-Es una posibilidad más. Y en la elección que viene en la provincia va a haber muchos lugares donde se requieran de dirigentes importantes. Se elije senador nacional, diputados nacionales, gobernador. Creo que Julio ha logrado en este tiempo estar entre los cuatro o cinco dirigentes más importantes para poder ocupara cualquiera de esos lugares.
