-¿Cómo llegó a ser la primera delegada industrial mujer de La Plata?
-Entre a Techint en el año 2020 como oficial montadora y al poco tiempo me eligieron delegada, desde entonces trabajamos en conjunto con otros delegados. Esto es gracias a la Agrupación Blanca y Azul de UOCRA La Plata que dirige Iván Tobar, quien nos da todo el apoyo a las mujeres.
-¿Cuál fue una de las primeras gestiones en su rol gremial?
-Tuvimos una charla con la empresa para que las compañeras mujeres se puedan capacitar dentro de la planta. Tenemos compañeras andamistas, montadoras, pintoras, química, servicio generales que arrancaron de ayudante y ahora son oficiales especiales y hasta encargadas. Estamos avanzando con todo.
-¿Cómo es plantarse como delegada ante un reclamo?
-Tuvimos varios de compañeras y compañeros porque acá ahora hay inclusión. Es un desafío pelear los derechos de los compañeros, siempre con lo que marca la línea sindical de Tobar, mantener el diálogo y la comunicación, que así, vamos a llegar a todos lados.
-¿Tuvo problemas por su rol de delegada industrial?
-Muy normal no es porque soy la primera que surgió en la región, después se incluyeron otras compañeras delegadas, más en la industria que era muy machista pero eso se está revirtiendo gracias a la actual conducción tenemos unas 80 compañeras en la obra de Techint.
-¿Su condición de mujer es una ventaja o una desventaja a la hora de los reclamos sindicales?
-En mi caso las dos cosas. Muchas veces te miran desde arriba, pero como vamos con el diálogo y la razón, los derechos se cumplen. Cuando vamos con la frente en alto, nos escuchan, vamos avanzando muy bien.
-¿Cuál fue el primero de sus reclamos como delegada?
-Fueron unos botines de seguridad y me fue muy bien porque salió al instante.
-¿Cómo es el día en la Termoeléctrica de Ensenada, en la convivencia entre géneros?
-Muy bien. Los compañeros tienen muchísimo resto hacia las compañeras y es recíproco. A raíz de la experiencia en la obra de Techint van a salir muchísimas obras en las que se van a incluir a más mujeres en empleos industriales, donde los salarios son muy buenos.
-¿Se siente cómoda en este rol de delegada?
-Sí. Mucho. Los compañeros son un amor, jamás me faltaron el respeto. Recibo reclamos las 24 horas del día compañeros y compañeras y es un desafío muy lindo poder ayudarlos y solucionarles los problemas. Les quiero decir a las trabajadoras y a las que se están capacitando, que tengan esperanzas, que tengan un oficio. Ahora con esta gestión se están abriendo nuevos lugares. Que pongan mucho esmero que van a llegar a ser lo que pretendan. Que quede en claro que en la Agrupación Blanca y Azul las mujeres tenemos mano de obra calificada.
Cynthia Alamo es una de las encargadas de recorrer y controlas obras en el casco urbano de La Plata. Además es referente general de la rama femenina de UOCRA La Plata y delegada de obras.
-¿Cómo es ser la encargada de recorrer todas las obras del centro de La Plata?
-Es una responsabilidad muy grande con la que me honraron en esa gestión gremial. Ser referente es también aprender de los compañeros que tienen experiencia, reclamando por los derechos de los trabajadores. Soy la única mujer que recorre las obras pero vamos ganando espacio y terreno con el apoyo y la confianza plena de los compañeros.
-¿Qué le dicen o plantean cuando llega a un obrador?
-Nos abren las puertas de las obras, nos reciben bien, compartimos charlas, escuchamos sus reclamos y nos agradecen por la presencia pacífica. También nos agradecen con cada amento de salario que se consigue.
Rosalía Ramírez tiene 43 años y es delegada en el área de mantenimiento de la empresa Edelap. Empezó en limpieza y hoy es la encargada de velar por los derechos laborales de sus compañeros y compañeras.
-¿Cómo llegaste a delegada?
-Con el apoyo de mis compañeros y de la Agrupación. Tranquila, trabajando, haciendo lo que me gusta y defendiendo al compañero. Estamos con ellos, me fijo si les falta algo, ver sus necesidades y seguir luchando para avanzar.
-¿Ustedes son las pioneras?
-Sí, antes no había delegadas mujeres en la industria, éramos muy castigadas las compañeras
-¿Hay diferencia salarial con otros sectores del mundo laboral, un empleo industrial está mejor remunerado?
-Sí! Muchísima. Además antes se le metía mucho la mano en el bolsillo al compañero y a la compañera, ahora el sueldo es para los trabajadores. Las compañeras éramos muy discriminadas, muy apartadas de todo. Ahora hay mucha diferencia salarial a nuestro favor.
-¿Reciben consultas de otras mujeres para sumarse a trabajos industriales?
-Sí, todo el tiempo. Se anima. Además ahora tenemos la libertad de hablar, de expresarnos con los compañeros y compañeras.
-¿Ustedes trabajan todos los días, no tienen privilegios por su rol gremial?
-No. Trabajamos todos los días, somos igual a nuestros compañeros y compañeras, estamos con ellos, compartimos los lugares de trabajo y las tareas, acá no hay privilegios. Yo trabajo de lunes s sábados.
-¿Cómo delegada mujer cuesta más llevar adelante un reclamo?
-No. Las soluciones llegan rápido. Hoy no tenemos ningún reclamo pendiente, estamos bien.
LAS PIONERAS
Unas 80 mujeres trabajan en empleos industriales dentro del complejo donde se construye la Termoeléctrica de Ensenada, obra desarrollada por Techint, uno de los gigantes de la industria pesada del país y de varias partes del mundo. Todas son trabajadoras en blancos con salarios muy superiores a los que se pueden obtener dentro de la administración pública o en otros sectores del mundo laboral privado. No le temen a las alturas, ni a la electricidad. Verdaderas damas todo terreno que se suben al andamio con las uñas pintadas. “Estos trabajos nos dan la posibilidad de pelear por las mujeres, hay que animarse, nos independizamos económicamente, somos libres”, son algunas de las definiciones brindadas en una charla con 0221.
Guillermina Valdez. Pañolera. Encargada de uno de los pañoles de herramientas y proveedora de elementos de seguridad y protección para desarrollar tareas en la obra.
Gabriela Herrera. Montadora mecánica. Trabaja en una de las turbinas haciendo mediciones de precisión con micrómetros, manómetros y sondas.
Carolina Contreras. Andamista. Arma las estructuras para que operarios y operarias transiten en el desarrollo de trabajos de soldadura. “Me dieron la categoría el martes 28, soy la primera andamista en la región, solamente hay tres andamistas mujeres en Neuquén”.
Carolina Lencina. Fusionista instrumentista. Fusiona los caños de PEAD que reemplazará a los de fibra de carbono.
Yamila Ibarra. Oficial soldadora. “Pasé la prueba hace dos semanas, me dieron la posibilidad en el gremio, se me hizo bastante difícil pero lo logré”, señaló la flamante soldadora de estructuras que integra la primera promoción de egresaras de la escuela de soldadura.
Aliz Aquino. Soldadora y cañista. Trabaja en un sector de bombeo de la planta.
Norma Rojas. Servicios generales. Se encargan de proveer el desayuno y almuerzo a los trabajadores.
Marcela. Electricista. Armado de tableros y alimentación de energía en todos los puntos de las obras. “Somos muchas ahoras y eso está buenísimo, se ha multiplicado gracias a ese gremio, antes el trabajo era masculino y acá todas tenemos oportunidades”.
Sabrina. Pintora. “Hace dos meses que estoy. Pintamos diferentes estructuras de la obra, en altura, a nivel del piso y en espacios confinados, usamos pinturas especiales, a pincel y rodillo”, detalló.
Aldana Martini. Montadora. Ingresó hace 10 meses. “Estoy agradecida la posibilidad que nos dan de progresar a las mujeres. Trabajé de todo, en comercio, en geriátrico, y ahora con este oficio, la diferencia salarial es mucha, tenemos otras perspectiva de futuro, tenemos un sueldo digno”.
Oriana García. Química. Prepara las pinturas especiales a utilizar en la obra. Despacha materiales. “Es mi primera obra, entré como ayudante y ahora soy oficial pintora. Trabajé en comercio y nada que ver, acá es muy lindo aprender un oficio y la remuneración es muy superior que en otros lados”.
Noelia Moreno. Electricista. Conecta tableros. “Tenemos un trabajo digno, estuve en otras obras y ahora las mujeres tenemos estas posibilidades, me capacité dentro del gremio”.
Daiana Ledesma. Aspirante. Realiza el curso de capacitación de soldadura. “Espero poder llegar a terminar el curso y acceder a un empleo industrial, por mi familia, estoy segura que voy a poder hacerlo, llevo un mes de curso, me ayudan mucho”.
Todas las trabajadores coincidieron en un punto y la vocera fue Micaela Alzogaray, una de las líderes naturales del espacio: “Queremos señalar que antes las mujeres éramos muy maltratadas en los trabajos, ahora se terminó el sistema de rotación cada seis mesas, ahora la que obtiene el trabajo se lo queda y es de ella hasta cuando ella lo decida, se terminó eso de andar rotando cada seis meses para darle lugar a las amigas, familiares o primas de alguna”.
Tras un cerrado aplauso sus compañeras piden la palabra para señalar que “Mica es una gran compañera, siempre está, para ella no hay horarios ni feriados, siempre nos atiende, va a trabajar todos los días y se planta donde se tiene que plantar, es un ejemplo para nosotros”, señalaron las trabajadoras de la industria platense, quienes abrieron el camino y marcan el camino a seguir: “trabajo, compromiso y diálogo”.
