El Papa Francisco consideró que la instalación de un ingreso básico universal y la reducción de la jornada laboral son "medidas necesarias" de cara a la pospandemia de coronavirus, al participar del IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares durante el cual pidió a los organismos internacionales de crédito la condonación de las deudas de los países pobres, "tantas veces contraídas contra los intereses de esos mismos pueblos".
A través de un videomensaje dado a conocer este sábado, el pontífice pidió la implementación de "un ingreso básico, el IBU, o salario universal para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida". "Es justo luchar por una distribución humana de estos recursos. Y es tarea de los Gobiernos establecer esquemas fiscales y redistributivos para que la riqueza de una parte sea compartida con equidad sin que esto suponga un peso insoportable, principalmente, para la clase media", dijo el religioso argentino.
Durante el encuentro, que se realizó por Zoom simultáneamente en español, italiano, inglés, portugués y francés, los movimientos populares de diferentes partes del planeta compartieron su labor y su lucha durante la pandemia. Se trata de cartoneros, recicladores, vendedores ambulantes, costureros, artesanos, pescadores, campesinos, constructores, mineros, obreros de empresas recuperadas y cooperativistas, entre otros.
Entre los participantes argentinos al encuentro, según destacó Télam, estuvieron los referentes de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban 'Gringo' Castro, Gildo Onorato, Dina Sánchez, Norma Morales, Sergio Sánchez, Jacquelina Flores y Horacio Ávila, entre otros. También formó parte del encuentro el integrante del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede, el dirigente social y referente del Frente Patria Grande, Juan Grabois.
En su mensaje, el Papa sostuvo que "hay que analizar seriamente" la propuesta de "la reducción de la jornada laboral" y, en ese sentido, consideró que "no puede haber tantas personas agobiadas por el exceso de trabajo y tantas otras agobiadas por la falta de trabajo". "En el siglo XIX los obreros trabajaban doce, catorce, dieciséis horas por día. Cuando conquistaron la jornada de ocho horas no colapsó nada como algunos sectores preveían. Entonces, insisto, trabajar menos para que más gente tenga acceso al mercado laboral que es un aspecto que necesitamos explorar con cierta urgencia", basó su reclamo.
"Tengan un gesto de humanidad y permitan que cada país, cada pueblo, cada ser humano tenga acceso a las vacunas. Hay países donde sólo tres, cuatro por ciento de sus habitantes fueron vacunados". "Quiero pedirles en nombre de Dios a los grupos financieros y organismos internacionales de crédito que permitan a los países pobres garantizar Ias necesidades básicas de su gente" y condonen esas deudas tantas veces contraídas contra los intereses de esos mismos pueblos", sostuvo también.
En la misma línea, pidió "a las grandes corporaciones extractivas, mineras, petroleras, forestales, inmobiliarias, agro negocios, que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, dejen de contaminar los ríos y los mares, dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos". Entre los reclamos del Papa, estuvo también el pedido "a las grandes corporaciones alimentarias que dejen de imponer estructuras monopólicas de producción y distribución que inflan los precios y terminan quedándose con el pan del hambriento".