"Siempre que cocines, hacelo con el corazón". Esa fue la frase que la abuela le repitió como un mantra a la creadora de Alfajores con Corazón. Antes de volcarse de lleno a la pastelería, Eva cursaba todos los días la carrera de medicina en la Universidad Nacional de Córdoba, donde se había ganado el cariño de compañeros de cursada y profesores, ya que en sus ratos libres -y para cortar con el stress de los finales que la llevarán a convertirse en médica cardióloga- cocinaba y luego llevaba para convidarles a todos.
Antes de sus últimos pasos en la carrera, tomó unos días para preparar el festejo de cumpleaños de su abuela, nada menos que 80. Pensó durante mucho tiempo cómo la sorprendería con la mesa de dulces y, casi agotada de mirar y buscar ideas y recetas por Internet, vino a su cabeza la frase que tanto le había repetido su abuela: "Siempre que cocines, hacelo con el corazón".
Rápidamente, y ya influenciada por su carrera, decidió ponerle de manera física corazón a los alfajores. Su primera creación fue el alfajor con corazón de bombón, que con el tiempo dio lugar a muchos otros corazones. Su premisa es que cualquier combinación de ingredientes, cualquier emoción o momento, pueden convertirse en un alfajor, siempre y cuando tenga un corazón.
Según relata, la fórmula es tan exquisita como sencilla: una tapa; mucho relleno; el corazón de bombón, galletitas, golosinas, etc; luego más relleno; y la otra tapa, coronando la preparación con un exquisito baño de chocolate.
Los invitados quedaron tan sorprendidos con la mesa de dulces, y estos alfajores de manera puntual, que empezaron a pedirle que los haga para vendérselos.
Esa noche se llevó varios pedidos y, aunque aseguró que estaría ocupada terminando sus estudios, la insistencia de la gente la llevó a preparar docenas y docenas de estos alfajores, que se difundieron en toda la ciudad. Cuando quiso acordar, Eva había pateado con futuro incierto su recibida de cardióloga.
La venta creció gracias al boca en boca de familiares y amigos, lo que la llevó a dedicar todo el 2020 a producir, envasar y vender estos alfajores caseros y artesanales en su ciudad natal y en lugares cercanos.
Las vueltas de la vida la trajeron a La Plata, ya que está en pareja con un platense que se robó su corazón -pero no el de sus alfajores- y con el que planea casarse en la Catedral. Ante la imposibilidad de ejercer como cardióloga por los finales que le faltan, dedica su tiempo en replicar la fórmula que la hizo famosa en su Córdoba natal.
“Cuando llegué a La Plata, hice una recorrida gastronómica buscando algo parecido a mis alfajores, el resultado fue negativo, nadie hace lo que yo hago. Ningún alfajor tiene corazón, hasta ahora", expresó. Lo cierto es que los Alfajores con Corazón ya están en nuestra ciudad y pueden conseguirse de manera exclusiva en Bailina (diagonal 74 esquina 9).
"¿Un sueño? Que mi abuela venga a La Plata a probarlos y me diga que sigo cocinando con el corazón", cerró Eva.