El servicio de justicia en el Departamento Judicial de La Plata se encuentra en una situación crítica. A las demoras sistémicas (profundizadas por el aislamiento social) se suma la falta de cobertura de vacantes en todos los fueros. Según un relevamiento de la Asociación de Magistrados de La Plata al que accedió 0221.com.ar, se registran 28 cargos sin ocupar, que en el futuro inmediato aumentará por las jubilaciones en trámite del al menos, dos magistradas del fuero Penal. A esto se suma que en 2020, la administración provincial no designó nuevos magistrados.
El Departamento Judicial de La Plata es uno de los más importantes de la provincia de Buenos Aires. Se trata de la capital de la provincia más importante del país (por cantidad de habitantes, peso económico y electoral), en él se tramitan la mayoría de las causas del o contra el Estado bonaerense y, en líneas generales, es uno de los que mayores volúmenes de causas se inician y resuelven en el año calendario.
Las vacantes generan estrés del sistema. Se retrasa el servicio de justicia al tiempo que opera una sobrecarga de trabajo en el campo de la judicatura activa.
A la ausencia de cobertura de vacantes se suma otra situación. Al menos tres jueces de tribunales orales del fuero Penal de La Plata están exceptuados de concurrir a sus despachos ya que son personas de riesgo, lo que implica que en esos organismos se resienta aún más la actividad. Además, antes de fin de año, dos juezas de ese fuero se jubilarán y así se sumarán dos nuevas vacantes.
De las 28 sillas vacías, 14 son de primera o única instancia; seis de cámara de apelaciones; tres en Casación; cinco en el Ministerio Público (fiscalías y defensorías). A esto se suman dos casos de suspensiones, que técnicamente, no son vacantes ya que está en etapa de evaluación la continuidad en el cargo de esas personas.
En el poroteo por fueros, el penal encabeza el podio con 15 vacantes y un juez suspendido. El fuero de Responsabilidad Penal Juvenil registra dos escaños libres. Sumados mayores y menores, el sistema penal se queda con el 60.7% de los cargos sin cubrir.
En el ámbito Civil y Comercial hay tres vacantes en primera instancia y dos en la instancia superior. Por su parte, el fuero Laboral se anota con cuatro espacios a ocupar por la judicatura. Por último, el Contencioso Administrativo registra dos cargos sin ocupar, es decir, el 50% de los juzgados en actividad.
PANORAMA PROVINCIAL
El estado de situación que se vive en La Plata tiene su correlato en el resto de la provincia de Buenos Aires. En junio pasado la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires (SCBA) envió un informe a los poderes Ejecutivo y Legislativo en el que detalla la cifra de cargos vacantes en el Poder Judicial bonaerense “es la más alta registrada históricamente”, lo que “pone en riesgo la prestación del servicio”.
El documento oficial se indica que “las mayores demoras se producen desde que las ternas son recibidas por el Poder Ejecutivo hasta la remisión de pliego al Senado”.
El informe fue firmado en conformidad por todos los integrantes de la Corte, que, en este punto, no tienen disidencias ni objeciones: se expresan juntos y en el mismo sentido. Las cifras solo tienen en cuenta los casilleros vacíos de jueces y juezas: no hacen referencia a fiscales ni defensores oficiales, ya que eso es potestad del Procurador General.
El segundo Poder Judicial más grande de Sudamérica -solo lo supera el del Estado de San Pablo, Brasil) registra 207 cargos sin cobertura, es decir, el 15,24% de los lugares. Fuentes de la Corte señalaron que “esa cifra es la más alta registrada históricamente”. La situación no es nueva ni se produjo en la actual gestión de Axel Kicillof, sino que forma parte de la herencia dejada por María Eugenia Vidal, agravada por la pandemia, que obligó a desertar momentáneamente de varias aristas de la gestión habitual de un gobierno en situación de la habitual normalidad.
Según cifras oficiales al mes de junio último, en el ámbito de la procuración general (que incluye fiscalías, defensorías y asesorías) se registraron 75 “vacantes naturales” de fiscales, 9 en asesorías y 35 de defensorías. “En cuanto a vacantes de ley tenemos 29 magistrados en el marco del cuerpo de suplentes y 11 designados para Avellaneda Lanús (que todavía no se ha creado)”, explicaron oficialmente desde la repartición que conduce Julio Marcelo Conte Grand.
El desglose de ese número de sillas vacías indica que 99 cargos están en proceso de selección en el Consejo de la Magistratura; 33 poseen ternas listas esperando la remisión al Senado; 13 esperan tratamiento en la Cámara de Senadores; dos están aprobados con decreto de designación y 41 vacantes permanecen sin concursar, entre otras situaciones puntuales.
Del total de vacantes, 36 son ocupadas por jueces suplentes. También se registra una situación llamativa que la Corte no pasó por alto: hay 17 magistrados a los que se les tomó juramento anticipado “para paliar mínimamente la grave situación”, pero esos órganos judiciales aun no entraron en funciones. Los ministros de la Corte pusieron el foco en un sector puntual donde consideran que se produce un freno. “En los últimos tiempos, las mayores demoras se producen desde que las ternas son recibidas por el Poder Ejecutivo hasta la remisión de pliego al Senado”, es decir, en el tramo final de la rosca, donde el gobernador pasa por el último filtro a la terna de aspirantes.
CÓMO SE DESIGNA A UN MAGISTRADO
La designación de un magistrado en la provincia de Buenos Aires encuentra el primero de sus pasos en la generación de una vacante que puede ser por renuncia, desplazamiento, fallecimiento o jubilación de un funcionario en actividad o con la creación de nuevos cargos vía la Legislatura bonaerense. Una vez despejado ese casillero, es el Consejo de la Magistratura el que debe llamar a concurso y dictar la fecha de evaluación. Los aspirantes deben sortear una prueba escrita y, en caso de desaprobar, pueden pedir la revisión del examen.
Finalizada la etapa evaluatoria, se confecciona la lista de aprobados, a los que se les toma una entrevista personal. Luego se envía la nómina de seleccionados al Ejecutivo provincial, desde donde se termina de confeccionar la lista final o terna de postulantes. El último paso se da en el Senado bonaerense. Allí se da el visto bueno final a la persona designada.