martes 26 de marzo de 2024

Las veinte fotos inéditas del funeral de Perón rescatadas por su autor, 46 años después

Reynaldo Gómez, uno de los fotógrafos que aquel día lluvioso de 1974 retrató la despedida del ex presidente, comparte su archivo con 0221.com.ar.

"Recuerdo que salimos muy temprano, era un día lluvioso y hacía frío", relata Reynaldo Gómez. Es uno de los fotógrafos que aquel 2 de julio de 1974 fue a retratar al Congreso de la Nación la despedida de Juan Domingo Perón. A exactamente 46 años de esa jornada histórica, este olavarriense de 78 años comparte con 0221.com.ar una serie de imágenes que nunca antes se habían publicado, rescatadas días atrás de su archivo personal.

El ex presidente y creador del Partido Justicialista falleció el 1 de julio de 1974, marcando un antes y un después en nuestra historia. Sus restos fueron trasladados a la mañana siguiente a la Catedral Metropolitana, en donde se realizó una misa. Luego, el féretro fue exhibido en el Congreso para el último adiós. Como fue tanta la gente que se acercó, todo tuvo que estirarse más de la cuenta: allí Perón permaneció a cajón abierto hasta el jueves 4, o sea, durante un total de tres días.

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Gómez hoy vive en Abasto, en las afueras de La Plata. Retirado de la profesión, aún cuenta con cientos de imágenes de momentos históricos que le tocó cubrir como reportero en medios de comunicación y en el Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Entre esas reliquias estaba escondida una veintena de fotografías de aquella primera jornada del velorio del líder del movimiento justicialista.

"Yo en aquel momento trabajaba en canal 2. Ahí trabajé hasta 1980 y después me fui a canal 9 hasta 1990, en la época de Romay", recuerda. "También estaba en la Dirección General de Escuelas, en la Provincia", agrega. Y fue para esta cartera que le tocó hacer estas fotos, que por esas cosas del destino nunca habían visto la luz, hasta ahora.

"Yo hacía por ese entonces las dos cosas: notas en Educación y en el canal. Llevaba una cámara de filmar de 16 milímetros y una Nikon de 35", dice. Con esta última sacó estas fotos que muestran la impresionante convocatoria en los alrededores del Congreso, con gente de todas las edades amontonada en la calle y colgada en balcones, ventanas, escaleras, monumentos, vehículos y hasta estructuras de publicidad.

"Ese día era lluvioso, recuerdo que hacía frío. En la calle se comentaba que Perón había fallecido un día antes y fuimos a cubrirlo. Fuimos a la mañana bien temprano y volvimos después de las 2 de la tarde. Me acuerdo que pudimos subir a una confitería que estaba justo en la esquina y desde ahí hacíamos las imágenes. No pudimos entrar porque había mucha cola de gente, era imposible", grafica.

"Estas imágenes en fotografías nunca se publicaron, sí las imágenes en video del velorio, creo que en el canal", asegura. Reynaldo tenía estas fotos en un archivo personal que con la ayuda de uno de sus hijos pudo separar y digitalizar. "Son esas cosas cosas que por ahí en el momento no trascienden tanto en uno mismo y luego sí, vienen los recuerdos, las imágenes", reflexiona.

Y en ese análisis interior que hace cuando ve este documento histórico, le dice a este portal: "Por ejemplo yo también cubría fútbol y a Maradona lo tuve en los vestuarios, muy cerca muchas veces y nunca me animé a acercarme para hacerle fotos. Después pasan los años y uno dice 'pensar que yo estuve con cada personaje de la vida, y bueno, pasó'". "Yo aconsejo que traten de guardarse esas cosas", dice ahora con sabiduría, casi medio siglo después.

"Las fotos las sacamos de arriba pero nos íbamos moviendo; recuerdo que por ejemplo pasaban funcionarios, ministros, algunos con coronas de flores extravagantes de más de 2 metros. Y no hubo ningún disturbio, para nada. Asombrosa era la calma que había. En este caso, como en el velorio de Ricardo Balbín -que también me tocó cubrir-, había mucha calma", rememora.

Durante aquella triple jornada de julio del 74 desfilaron más de 1 millón de personas. Alrededor de 135 mil pudieron entrar y despedir al ex presidente. El resto se quedó afuera. Hubo más de mil periodistas extranjeros que vinieron a cubrir el funeral y todo transcurrió sin disturbios. Sí hubo varios desmayados, como se aprecia en algunas de las fotos compartidas por Gómez: las ambulancias estaban estacionadas a la espera de que los médicos y los policías acerquen a hombres y mujeres que se desvanecían bajo la llovizna y entre los paraguas.

Hoy, a casi cincuenta años, el otrora reportero gráfico observa todo a la distancia. "Yo tengo 78 años y a mí la tecnología me superó; ya cuando empezaron con las máquinas digitales y todo eso me retiré, me superó. Es como que la máquina ya me gobernaba a mí, solo había que apretar un botón y el resto era todo mental", revela con la certeza de haberse despedido a tiempo de una profesión que varias décadas después lo sigue sorprendiendo.

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