Fotos, murales, flores, botellas y latas de cerveza vacías y hasta una estatua que lo inmortalizó para siempre. Pasaron 20 años de aquel triste 24 de junio del 2000, pero el santuario que los fanáticos de El Potro Rodrigo construyeron en el kilómetro 27 de la Autopista Buenos Aires- La Plata todavía sigue en pie. Las imágenes fueron perdiendo sus llamativos colores con el paso del tiempo pero el espíritu de este templo está más vivo que nunca.
Con el correr de los años, el lugar se convirtió en una capilla en la cual solo se escuchan los hits que marcaron a fuego a toda una generación de jóvenes. Allí hay de todo: objetos de valor, cartas, banderas de Belgrano de Córdoba (el club del cual era hincha), posters y hasta instrumentos musicales. Dos personas están encargadas de cuidar que nadie se lleve nada de este santuario.
Las remeras son una marca característica de este espacio que rinde culto al cantante. Mientras algunos optan por dejar una foto, una botella de cerveza o un rosario; otros se acercan rezar una oración. Para esos seguidos, la noche 2000 marcó el fin de la vida del cantante pero el nacimiento de un santo.

Afuera del santuario, hay un monumento que instaló la Municipalidad de Berazategui que se convirtió en un lugar peregrinaje. Algunos fanáticos llegan como pueden: en auto, a pie, en bicicleta y hasta cruzando alcantarillas y desagües desde el barrio más cercano, Villa Mitre.

La noche del 24 de junio del 2000 sacudió a todo el país. Ese día, El Potro brindó un show en la bailanta de City Bell, Escándalo, y luego emprendió camino hacia Capital Federal por la Autopista La Plata- Buenos Aires.

Después de haber pagado el peaje en la estación de Hudson, la camioneta Ford Explorer roja del cantante rozó el vehículo del empresario platense Alfredo Pesquera, chocó contra el guardabarros y volcó. El hijo del productor musical Eduardo Bueno y de la compositora Beatriz Olave salió despedido del rodado y murió en el acto; al igual que Fernando Olmedo.

Por el hecho el empresario fue a juicio, donde tras la defensa del mediático abogado Fernando Burlando lo declararon inocente. En tanto, la Suprema Corte confirmó la absolución en 2006. En 2013 encontraron muerto a Pesquera en una camioneta, horas después de que la Justicia pidiera su captura por el crimen del financista Miguel Graffigna en Villa Ortúzar.