Mientras las autoridades sanitarias siguen de cerca el avance de la pandemia, el Ministerio de Desarrollo de la Nación comenzó a trabajar en la situación de los sectores más vulnerables una vez que termine el aislamiento social, preventivo y obligatorio. En ese marco, la cartera que conduce Daniel Arroyo trabaja sobres tres ejes: un ingreso universal o base, transformación de planes sociales en programas de empleo y el acceso a los servicios básicos para 4.000 villas y barrios de emergencia en los que viven más de 4 millones de personas.
"Hay tres puntos clave a articular: reconstruir el trabajo de los sectores más pobres, los ingresos y el acceso a los servicios básicos", explicó el ministro Arroyo a TN.com.ar. El funcionario hizo hincapié en esta idea durante una reunión virtual que mantuvo con ministros provinciales que integran el Consejo Federal de Desarrollo Social (CoFeDeSo).
"Hoy, además de la asistencia alimentaria, la política social de salida de esta crisis va por tres ejes: Potenciar Trabajo, asegurar un ingreso de base, el post Ingreso Familiar de Emergencia (IFE); y garantizar el acceso a los servicios básicos en las 4.000 villas, barrios y asentamientos de la Argentina. Necesitamos que el CoFeDeSo sea el articulador de esos ejes”, dijo Arroyo en ese encuentro virtual.
Según su visión, la pobreza aumentará considerablemente después de la pandemia y por esa razón avanzarán sobre esos tres pilares. "Previo a la pandemia, había un 40% de pobreza general y un 50% de pobreza en los niños. Es evidente que ha aumentado. Había 8 millones de personas que recibían asistencia alimentaria (en comedores) y ahora son 11 millones. Es mucho el deterioro", aseguró el funcionario.
Por estas horas, la idea de avanzar en un ingreso universal comenzó a ganar espacio en el Gobierno cuando la inscripción al IFE desbordó completamente las expectativas iniciales. Cabe recordar que el Ejecutivo preveía otorgar 3,6 millones de asignaciones, las 9 millones de familias que accederán a los dos bonos (por ahora) de $10.000 cada uno superaron cualquier análisis. "El Estado debe generar un ingreso base, porque mucha gente se quedó sin ingresos. No solo los más pobres, sino el gasista, el plomero, el mozo. Hubo una caída muy fuerte en los ingresos de la gente", sostuvo Arroyo.
"Hay cinco sectores productivos que van a dinamizar la economía social: la construcción, la producción de alimentos, la textil, la del cuidado y el reciclado", remarcó. Es que el Ministerio apuntaba allí antes de la pandemia y todo parece indicar que también lo hará una vez que finalice el confinamiento, a través del lanzamiento del plan Potenciar Trabajo, que fusiona los planes sociales y apunta a transformarlos en empleos: "Hoy, es la mitad del Salario Mínimo Vital y Móvil ($8.437) y quien lo contrata completa el ingreso". Además, el Estado otorga microcréditos no bancarios para máquinas y herramientas a trabajadores de la economía popular.
El objetivo de Desarrollo es que Potenciar Trabajo llegue a 300.000 personas en los próximos meses, sobre 580.000 titulares de planes sociales que hay en la actualidad. "Está claro ha bajado la demanda laboral, pero mucho de esto empieza a reconstruirse desde abajo", dijo Arroyo.
La tercera pata del plan es la que involucra a 4.000 barrios vulnerables, en los que viven unas 4 millones de personas sin servicios públicos y en condiciones de hacinamiento. "Urbanizar no es solo un derecho, sino también un plan de empleo. Es un gran plan de urbanización", cerró el Ministro.
