El miedo al contagio de COVID-19 generó una caída de entre el 50% y 80% en las consultas de pacientes con problemas cardiovasculares, síntomas de accidentes cerebrovasculares u oncológicos. En este contexto, los especialistas estiman que por enfermedades cardiológicas hay un riesgo de que ocurran entre 6.000 y 9.000 muertes adicionales al año que las habituales.
El documento fue presentado por la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina y la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento (ADECRA+CEDIM). El estudio indica que desde que comenzó a propagarse el virus, disminuyeron un 74% las consultas por emergencias, 73% por cirugías generales y 62% por anginas de pecho o síndromes coronarios agudos. En tanto, se registró una baja del 46% la cantidad de personas que ingresaron por accidentes cerebrovasculares (ACV) y 16% las prestaciones de quimioterapia y radioterapia.
"Una estimación reporta que de no corregirse esta situación hay riesgo de que se produzcan entre 6.000 y 9.000 muertes adicionales de las que ocurren habitualmente por problemas cardiovasculares en la Argentina", afirmó el director médico del Hospital Favaloro, Matías Fosco.
En esa línea, señaló que actualmente los hospitales monovalentes "tienen un 50% ocupada su internación común y 55% el área crítica, por lo que hay medio hospital vacío y en esto tuvo que ver la pandemia de coronavirus". "La reticencia de la gente a salir de su casa, a consultar ante un síntoma y la confusión del aislamiento con no concurrir al médico generaron esta situación", evaluó.
El médico aseguró que los hospitales están preparados para la atención con medidas de seguridad por la pandemia, aunque advirtió que "las otras enfermedades siguen su curso y algunos pacientes llegan a la guardia luego de haber estado cursando uno o dos días con síntomas leves de un infarto". "Este no es un problema sólo de la Argentina, en Nueva York se ha detectado que las enfermedades cardiovasculares aumentaron cuatro o cinco veces partir de la pandemia y muchas personas fueron encontradas fallecidas en sus casas de un infarto", señaló al respecto.

El informe de Adecra destacó que "la caída de 60% en la cantidad de angioplastias coronarias y cirugías de by pass es alarmante", ya que tocan de manera directa la principal enfermedad en el mundo occidental. En ese sentido, Rosco advirtió también que la demanda de atención puede retrasarse uno o dos meses más "y cuando la gente empiece a entender que hay que ir al médico, se corre el riesgo de que estén aumentando los casos de coronavirus, entonces se produciría una doble vía de cuello de botella en la atención"
Por su parte, Federico Colo, el director médico del Instituto Alexander Fleming, especializado en tratamientos oncológicos, aseguró que la reducción en la atención de pacientes con estas patologías fue de entre 35% y 40% desde el inicio de la cuarentena y cayeron 45% la cirugías oncológicas.
"La gente dejó de venir por un doble mensaje, por un lado las clínicas monovalentes salieron a decir que no vengan a consultas porque no se atendía a raíz de la pandemia y que no había consultorios disponibles, a lo que se sumó el temor al contagio si se salía a la calle", manifestó.
El informe de Adecra indicó que la caída en la cantidad de estudios realizados para tratamientos de cáncer de colon fue de hasta 80%, por lo que de prolongarse será inevitable que aumenten los diagnósticos tardíos y con peor pronóstico en una enfermedad que produce 13.000 casos al año.

El director del Centro CITES-INECO, especializado en tratamientos de ACV, afirmó que "actualmente seguimos en la primera ola de la Covid-19, que es la utilización de todos los recursos humanos para la pandemia, pero no estamos viendo que ya vienen la segunda, tercera y cuarta ola, que son las enfermedades no tratadas por poner el foco en el coronavirus".

"Hay muchos pacientes que pasaron por un ACV, se están rehabilitando y no vienen a realizar las consultas. La telemedicina no es la solución. En algunas provincias que tenemos centros de rehabilitación hace 40 días que no concurren los pacientes", precisó Zimerman.
Para finalizar, indicó que las situaciones derivadas del confinamiento como ansiedad, estrés, angustia, entre otras, pueden agravar los síntomas de Parkinson u otras enfermedades cognitivas, y a eso se le puede sumar la depresión.