En ese marco los dueños de estudios y gimnasios de La Plata se dispusieron renovar su manera de dar clases, y a través de videollamadas, placas, imágenes y videos en vivo por redes sociales, continuar las rutinas, ejercicios y correcciones que venían sosteniendo desde principio de año. 0221.com.ar habló con tres docentes y encargados de gimnasios y estudios de la ciudad que continúan realizando actividades deportivas y artísticas "a distancia", pero con la mira puesta en sostener o reforzar el entrenamiento previo y, por qué no, integrar nuevos alumnos y alumnas.
Mariano Zaffi y su pareja lideran Gimnasio Troya, un espacio que combina "muchos ejercicios y disciplinas" con la osteopatía, un tipo de medicina complementaria que se focaliza en la manipulación física del tejido muscular y óseo. "El aislamiento tocó justo a mitad de marzo así que por suerte la mayoría de esos gastos se habían pagado. Pero todo depende de la información que va llegando, ahora son 15 días y algunos dicen que van a ser por tres meses, no se sabe bien qué va a pasar; por eso quisimos darle una vuelta al asunto. Definimos hacer 15 días de un entrenamiento diario abierto, tanto para la gente que ya pagó el mes y tiene que completar la mitad del mes, como para la gente no viene o que este mes justo no vino, posibles nuevos o futuros alumnos o gente que está en la casa y necesita hacer algo. Podemos ayudar desde ese lado. Todos los días subíamos al muro un entrenamiento explicado con videos, porque nuestro entrenamiento es muy cuidado y nos interesa mucho el seguimiento de los alumnos", explicó.

Por su parte, Nel Williams lidera el gimnasio Ulan ("fuerza y salud" en escocés), un espacio reducido que trabaja con hasta cuatro alumnos por hora. "Cuento con camillas de pilates, cinta, bicicleta, pesas rusas, mancuernas, discos, bandas elásticas y de suspensión y elementos de equilibrio. También tengo una sala de masajes. Es un gimnasio donde trabajamos los objetivos que tenga el alumno de una manera personalizada, se hace una evaluación al ingresar al gimnasio y luego se hace una planificación en base a los objetivos y necesidades de cada alumno y alumna", precisó a este medio.
A partir de marzo, cuando muchos decidieron dejar de salir de su casa, Williams comenzó mandando videos a través de WhatsApp donde explicaba una rutina de ejercicios y sus variantes. "A partir de abril empezamos a utilizar la plataforma Zoom para poder dar las clases en vivo y tener un contacto un poco más cercano, que los alumnos y alumnas sepan que estamos y estamos interesados en que sigan ejercitándose y en movimiento. Hay personas que me han dicho que preferían quedarse con los videos y otras que encantadas decidieron utilizar la plataforma para tener clases en vivo porque eso las organiza de una mejor manera para poder ejercitarse", indicó. Y aclaró que "se cobra prácticamente la mitad del abono, justamente porque no es una clase en la que ellos están. Si bien los veo y corrijo, que es una de las cuestiones importantes por las cuales elegimos clases virtuales, no es la forma que a mí más me gusta. Pero tenemos que ver la mejor manera y hemos encontrado esta para poder seguir la actividad".

Denise Ayala, dueña del estudio que lleva su nombre, ofrece clases principalmente acrobáticas. "La actividad principal es pole dance, o vulgarmente llamado 'baile del caño'; dentro de eso tenemos muchas variedades: pole dance, donde se aprenden de cero trucos, giros y combos; pole exotic, la variante más sexy donde se trabaja con zapatos y es justamente más exótico, más coreográfico y armado; pole coreográfico, que se puede hacer tanto con zapatos como sin y se baila cualquier ritmo -el pole o la barra es un elemento que ayuda a armar la coreografía pero se trabaja mucho suelo- y pole giratorio, que es cuando la barra gira, y hacés cualquiera de las variantes anteriores pero girando, tiene otro nivel de complejidad", comentó. Además, el estudio brinda clases de telas, stretching (estiramiento), danza contemporánea, danzas clásicas, danzas árabes, danza teatro, burlesque, femstyle, jump fit, entrenamientos personalizados, yoga y un instructorado de pole dance. "Nuestras clases son de 1.30 horas, máximo cuatro personas por clase y no se comparte el caño, por lo cual son clases casi personalizadas. Además trabajamos de lunes a sábados de 8.30 a 22 de corrido, dependiendo de la disponibilidad de cupos", aclaró.
Pero respecto al aislamiento obligatorio, Ayala reconoció que "para ser honesta no hay forma de afrontarlo y seguramente haya que adquirir una deuda. No hay forma posible de paliar esta situación, por lo menos para mí que trabajo exclusivamente de esto. Son muchos profes que trabajan dando clase y los grupos son chicos, porque nos gusta trabajar con grupos reducidos. Así que lo que hicimos es organizar un sistema de recuperos de las clases de marzo, que sea lo más justo posible para todos, y para abril clases online aranceladas. De la gente que nosotros teníamos en marzo y que iba a continuar, no es mucha la que va a tomar clases aranceladas porque también hay muchas personas que están en la misma situación: sin ingresos, que trabajan como independientes o autogestionados", advirtió.

En Gimnasio Troya también sintieron esa falta, fundamentalmente por parte de los pacientes o personas que acudían a hacer rehabilitación: "La osteopatía trabaja todo el cuerpo en su totalidad, órganos, vísceras, líquidos, incluso las emociones; entre todo ese combo hacés una terapia a la persona que viene con determinado problema. Han venido con dolores de cabeza y terminamos trabajando un útero; han venido con dolores de espalda baja y terminamos trabajando un cráneo. Y eso lo tuvimos que parar, porque es todo contacto. Por más que sigas el protocolo es muy difícil cuidarte vos y al paciente", indicó Zaffi.
Sin embargo, estas nuevas modalidades y variedad de clases virtuales permitieron que muchos y muchas, como en el caso del estudio Denise Ayala, "se sumaran a actividades nuevas, que antes por sus horarios habituales o ritmo de vida no podían tomar. Muchas personas han decidido verle el lado positivo a esta quincena y también darnos una mano a los profes", apuntó la docente. Dependiendo de los grupos y los medios de las personas, las profesoras usan videollamadas de Facebook, WhatsApp y también Skype. "Para las clases más multitudinarias vamos a hacer un vivo en grupos privados de Facebook", añadió.

Según explicó Ayala, "como la actividad principal es el pole dance, del 100% de alumnos de pole solo un 5% tiene caños en sus casas. No más. Solo ellos van a trabajar con rutinas especiales enviadas por privado, y el resto de los alumnos de pole que deseen continuar las clases trabajarán con rutina de suelo, de entrenamiento, de gimnasia tradicional y localizada, con técnicas y ejercicios y entrenamientos que sirvan para sumar o mantenerse en estado para la vuelta al pole. Es una actividad muy fuerte y al no tener el elemento se complica bastante mantener el ritmo, por lo tanto planteamos una forma de entrenamiento que les sea útil para cuando retornen".
Por su parte, en Gimnasio Troya hicieron la prueba de la clase abierta "y por suerte tuvo mucha aceptación: eran planificaciones diarias que se subían a las 21 para el otro día, por ahí necesitamos instrumentos como un palo de madera y dos bidones, o una olla dada vuelta, o una mochila con peso. Tenían de las 21 del día anterior hasta el otro día que iba a ser el vivo, la clase, para hacer los deberes. Así hicimos dos semanas", comentó Zaffi. "Armamos un nuevo Facebook, aceptamos a la gente que paga la cuota y gente cercana y lo que vamos a hacer es el vivo de Instagram todos los días a las 19, el vivo queda en el perfil por 24 horas. Pero lo malo que tiene el Instagram es que no tenés interacción con la gente, así que a la par vamos a hacer una videollamada por Zoom. En el muro del gimnasio virtual la idea es subir de lunes a sábado las planificaciones de cada día, para que la gente tenga información previa y nosotros, como es más personalizado, poder hablar con ellos y decir bueno, si te duele la rodilla hacé la sentadilla sentado en una silla, o no la hagas. Hicimos también un grupo de Whatsapp, ahí tiamos el link del Zoom y en videollamada hablamos personalmente con la gente. La idea es que se saquen todas las dudas y el día de la clase tengan los elementos correspondientes y la clase sea lo más dinámica posible".

Williams destaca que en sus clases, "como tengo WhatsApp web, puedo verlos a través de la pantalla de la computadora que es más grande que la del celular, y tener una mejor visión de los y las alumnas para poder corregirlos. Me ha pasado de usar la videollamada de whatsapp con una alumna y dos más en Zoom. Ha salido bien, lo que se dificulta a veces es la conectividad, a veces se traba un poquito pero bueno, como se escucha bien el audio ellos van siguiendo mi voz y haciendo las correcciones y ejercicios".
Zaffi reflexiona que con esta nueva modalidad queda de manifiesto que "no es necesario tener un gimnasio con mucho material sino que podemos, con cosas sencillas, seguir dando entrenamientos. Cuando salgamos del aislamiento todo esto va a ser más productivo, y esperemos que la gente valore más la libertad de salir, que disfrute de salir y relacionarse con la gente", indicó. Es que en medio de la reclusión por el COVID-19, le tocó afrontar una denuncia por parte de un vecino que, desinformado, escuchó música en la casa y pensó que seguían dando clases grupales en el gimnasio. "Estábamos con mi pareja, solos y aislados, filmando el vivo de Instagram. Tuvimos que hacer una contradenuncia para aclarar. Es necesario remarcar que estamos tratando de subsistir, no tenemos ayuda de nadie salvo la medida del congelamiento del alquiler. Nosotros no queremos endeudarnos, queremos subsistir este mes, a nuestra manera, pero hay personas que se hacen los buenos samaritanos y escrachan a otras", lamentó.

Más allá de ese tipo de episodios, que tan comunes se han vuelto en épocas de aislamiento social, los testimonios demuestran que se puede seguir entrenando y hasta empezar una actividad nueva durante la pandemia, aunque más no sea desde casa. De hecho son cada vez más los gimnasios y estudios platenses que aprovechan las herramientas virtuales para no cortar el entrenamiento durante estas semanas de "encierro", ayudando a su vez a achatar la curva de contagios de coronavirus.
Para contactarse con el estudio Denise Ayala pueden hacerlo a través de Facebook, Instagram o WhatsApp, al 0221 573 4917. Para conocer más sobre Ulan, también pueden escribir por Facebook, Instagram o al WhatsApp 221 6194278. Gimnasio Troya también tiene sus redes sociales disponibles para cualquier consulta: Facebook e Instagram.