Mientras la comunidad científica trabaja intensamente para encontrar la vacuna para el coronavirus, las muertes no se detienen en España, Italia, Francia y Estados Unidos. A medida que aumentan las cifras de víctimas fatales, hay un patrón que se repite en el mundo: los hombres son los más afectados por el COVID-19. En New York, el epicentro del brote en EE.UU., casi el 70% de las muertes son hombres.
Este no es un hecho aislado, desde su surgimiento en Wuhan, China, los hombres se estaban enfermando gravemente a un ritmo mayor que las mujeres. Y este patrón parece estar repitiéndose en gran medida, si bien en números ligeramente diferentes, en un país tras otro.
Un estudio piloto que rastreó la eliminación del virus de pacientes en Mumbai, India, ofreció más pruebas de que los hombres son, en principio, los más afectados por el coronavirus. Según esta investigación, los hombres que se enfrentan a la infección por coronavirus pueden tener un par de vulnerabilidades que podrían aumentar el riesgo de una enfermedad más larga y grave: sus testículos.
La investigación ofreció una explicación teórica para esa disparidad de género que se centra en las células a las que el coronavirus se siente más atraído. Esas células sirven como puerta de entrada para el coronavirus porque expresan una proteína llamada enzima convertidora de angiotensina 2, con la que el virus se une.

Tanto en hombres como en mujeres, estas proteínas ACE2, o receptores, abundan en los pulmones, el tracto gastrointestinal y el corazón. No es sorprendente que todos esos tejidos sean vulnerables al ataque del virus que causa el COVID-19. Pero, además, el tejido testicular también bombea los receptores ACE2 a una alta velocidad.
El grupo de investigadores dirigidos por Aditi Shastri, oncóloga del Centro Médico Montefiore en Nueva York y su madre, la microbióloga Jayanthi Shastri del Colegio Médico Nacional Topiwala en Mumbai, plantearon una hipótesis que reconoce como altamente preliminar: que los testículos pueden albergar el virus del COVID-19, proporcionándole un santuario del sistema inmunológico.

Mientras que las mujeres ofrecen al coronavirus muchas oportunidades para entrar en sus células, los testículos de los hombres pueden dar al virus un punto de entrada adicional. Y como los testículos están aislados del sistema inmunológico, pueden ser uno de los últimos escondites de los que el virus es expulsado.
En diálogo con Los Ángeles Times, la doctora Aditi Shastri advirtió el trabajo debe ser explorado por los investigadores que trabajan con cultivos celulares, animales y el creciente número de pacientes recuperados de COVID-19.
En 20 pacientes femeninas, el tiempo medio de eliminación del virus fue de cuatro días. En los 48 varones, la media fue un 50% más larga, de seis días. Un patrón similar surgió en tres familias extensas de enfermos de COVID-19, a cuyos miembros se les tomaron muestras virales cada dos días para medir la velocidad con la que eliminaron el virus.

La hipótesis fue presentada en un informe preliminar publicado en MedRxiv, un sitio web en el que los investigadores comparten su trabajo no publicado. A diferencia de los estudios publicados en revistas médicas, no ha sido aún objeto de escrutinio por parte de otros investigadores.
Sin embargo, hasta el momento la teoría no tiene una evidencia clara que apoye el vínculo entre los testículos y COVID-19. Hay varios factores que pueden contribuir a ese desajuste de género. Los hombres son más propensos que las mujeres a fumar cigarrillos, a tener presión arterial alta y a sufrir enfermedades de las arterias coronarias. Todas esas condiciones parecen predisponer a la gente a enfermarse más gravemente por el coronavirus.
Shastri agregó que si efectivamente el coronavirus se encuentra escondido en los testículos, eso podría significar que el virus puede ser transmitido sexualmente: “Definitivamente consideraría que el virus podría ser secretado en el fluido seminal”.