"Hernán, pero no entendés mi amor, perdoname que te lo diga así, yo no necesito pedirte a vos ayuda, lo que necesito es comer y poder manejar mis expedientes, no que cada cosa te la tenga que pedir a vos porque sos el que levanta el teléfono y habla con los jueces. El juez tiene que atendernos a todos, tiene que trabajar para todos". Así es el comienzo del audio que se viralizó rápidamente en el que la abogada Claudia Patricia Greme hace una serie de reclamos al Colegio de Abogados de La Plata (CALP) y, en un tiro por elevación, al servicio de justicia que debe garantizar la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires.
Quien recibió ese mensaje fue el abogado Hernán Sureda, titular de la Comisión de Administración de Justicia del CALP. La letrada aclaró que no fue un ataque a su persona, sino que se trató de un reclamo por la “inacción” del colegio profesional en defensa de los derechos de los abogados.
“El audio se dio en unos intercambios de Whatsapp donde todos los abogados reclamábamos acciones concretas al Colegio y la verdad que las respuestas no nos satisfacían. Los términos de mi reclamo no eran a nadie en especial, sino al Colegio de Abogados (de La Plata) que es la institución que debiera defendernos y desde hace mucho tiempo no lo hace”, aseveró.
Greme hace 29 años que ejerce la profesión de manera independiente y litiga en varios fueros. “Soy de la vieja estructura de estudios pequeños no especializados en ninguna rama en particular, hacemos todas las ramas del derecho”, detalló.
Luego de que se viralizara el audio, que se dio en conjunto con una serie de presentaciones de distintos abogados de La Plata ante la Suprema Corte para que se reactive el servicio de justicia mediante el teletrabajo o trabajo remoto dijo que en tribunales “están empezando a despachar, algunos juzgados habilitaron mails para consultas, no sé a qué se debe este cambio pero se abrieron algunas ventanas para que podamos trabajar”, señaló.
Luego de que el mensaje de voz tomara estado público y la nota se publicara en 0221 “me escribieron de todas partes del país para solidarizarse” remarcó la profesional quien aclaró que “no vamos a avalar ninguna petición de que se abran tribunales físicamente y los estudios se abran físicamente, tenemos medios electrónicos para seguir trabajando, que la justicia llegue a la gente, que nosotros podamos trabajar, sin necesidad de ir a los espacios físicos porque eso sería una locura”.
El sector de la abogacía independiente de La Plata fue uno de los más golpeados por el aislamiento social preventivo, no por la medida en sí. El problema radica en que los servicios tecnológicos que debe garantizar la Suprema Corte provincial no funcionan de manera eficaz.
“Los abogados que trabajamos de manera independiente la estamos pasando muy mal y ahora peor que no tenemos trabajo. La gente no nos ve bien, los derechos sociales o laborales que cuentan todos los trabajadores en blanco los abogados no los tienen. No tenemos quien nos cubra una carpeta médica o un embarazo. Hay un montón de cosas que reclamar que se deberían haber hecho. El Colegio perdió el contacto con la realidad”, sentenció.
Greme resaltó que “mi pretensión no es que mis compañeros judiciales fueran a Tribunales a trabajar, yo lo que reclamo es el trabajo remoto desde las casas, las condiciones están dadas desde hace tiempo, tenemos firma digital, así lo estableció la (Suprema) Corte. Nosotros fuimos solidarios, hicimos todos los cambios que nos pidieron para modernizar el sistema y que dejara de existir el expediente papel y hoy que necesitamos que ellos estén a la altura de la circunstancia no lo logramos como hubiésemos querido. La Justicia no está a la altura, esto nos tiene que ayudar a reflexionar para hacer una verdadera transformación del Poder Judicial, replantearnos qué queremos darle a la gente que no está recibiendo el servicio de justicia que merece”.

La abogada hizo foco en que “es muy importante aclarar que mis términos no fueron desmedidos ni agresivos y mucho menos le falté el respeto a ningún colega, sí puedo haber sido vehemente porque soy una apasionada de mi profesión”.
Retrocedió en el tiempo y señaló que “cuando estudié lo hice con la ilusión de ser auxiliar de la justicia, hoy me siento que soy una empleada administrativa que lleva y trae papeles y que le cuesta mucho conseguir resultados para los clientes que me contratan porque la justicia es muy lenta, se ha vuelto muy administrativa y poco expeditiva#.
Greme subrayó que “yo no hablé solamente por mí” y aclaró que por su “antigüedad” laboral podrá “hacer frente a esta crisis con mayor facilidad que otros”. “Hablé por muchos colegas que no están pasándola bien, que han demostrado su solidaridad y se han identificado con lo que dije, recibí muchos mensajes acompañándome diciéndome que fui la voz de ellos, me sentí muy conmovida por todo el apoyo de mis colegas y por haber dicho algo que muchos callamos y era hora de que se dijera”.

Sobre el final de la charla Greme aclaró: “Yo no soy una académica, soy un soldado de trinchera que camina todo el tiempo Tribunales”.