Estados Unidos es otro de los países que registró una gran cantidad de contagios por coronavirus y se espera que en los próximos días esa cifra aumente considerablemente, lo que dejaría a su sistema de salud al borde del colapso. En ese marco, el prestigioso periódico New York Times entrevistó a una gran cantidad de especialistas sanitarios para indagar y conocer qué medidas tomaron China, Corea del Sur, Singapur y Taiwán para frenar la propagación de esta pandemia que mantiene en vilo al mundo.
Aunque hay incidentes de propagación rampante (como ocurrió en el crucero de Diamond Princess), con mayor frecuencia, el coronavirus infecta a grupos de familiares, amigos y colegas de trabajo, comentó David L. Heymann, quien preside un panel de expertos que asesora a la Organización Mundial de la Salud en casos de urgencia. Hasta el momento, nadie sabe con certeza por qué el virus viaja de esta manera, pero los expertos ven, sin embargo, una oportunidad. “Los grupos se pueden contener”, dijo Heymann. “Necesitas identificar y detener los brotes discretos y luego hacer un riguroso rastreo de contactos”.
En esa línea, insistieron en la necesidad de permanecer en casa e implementar un sistema para aislar a los infectados y cuidarlos afuera del hogar. Además, remarcaron que las restricciones de viaje deberían extenderse; la producción de barbijos y respiradores debe acelerarse y los problemas con las pruebas de diagnóstico deben resolverse.
Otro de los puntos a tener en cuenta es detener la transmisión dentro de las ciudades. Según indiciaron, dentro de las ciudades, existen puntos conflictivos peligrosos: un restaurante, un gimnasio, un hospital, e incluso un taxi, pueden estar más contaminados que otros idénticos y cercanos porque alguien tuvo un ataque de tos en su interior.

Para finalizar señalaron que es fundamental priorizar los tratamientos. Hasta el momento, los médicos clínicos en China, Italia y Francia utilizaron casi todo lo que tenían en las farmacias hospitalarias para combatir la enfermedad y han surgido al menos dos posibilidades que podrían salvar a los pacientes: los medicamentos contra la malaria, cloroquina e hidroxicloroquina, y el antiviral remdesivir, que no tiene licencia de uso en Estados Unidos.

La última esperanza es tener una vacuna que nos proteja a todos y muchas empresas y gobiernos ya han apresurado el diseño de vacunas elegibles. Los expertos en vacunas explicaron que la barricada no es burocrática, sucede que el sistema inmunitario humano necesita semanas para producir anticuerpos y algunos efectos secundarios peligrosos pueden tardar semanas en aparecer. El proceso requerirá al menos un año, incluso si nada sale mal.