Con la orden de allanamiento correspondiente, se dirigieron a una propiedad emplazada en 52 entre 149 y 150, a pocos metros de donde se dio la agresión. Allí, los agentes descubrieron un taller clandestino que albergaba gran cantidad de autopartes, algunas con numeración suprimida otras sin ella directamente, y herramientas presuntamente robadas.
Entre los elementos que se incautaron había puertas, parabrisas, tubos de GNC, llantas, estéreos, parlantes, tanques de nafta, tableros, caños de escape, amoladoras, discos de corte, soldadoras eléctricas, sierras, una bicicleta de alta gama y hasta prendas de vestir.
Por este motivo, las autoridades aprehendieron al dueño, un hombre de 50 años, quien posteriormente quedó en libertad por orden de la UFI N° 1. No obstante, se inició una causa penal y la investigación continúa para tratar de dar con los protagonistas del ataque a tiros.