“Anoche entraron a robar en mi casa… Estaba sola con mis dos nenes. Uno de 3 y otro de 5 y mi mama. Me pagaron mucho, a mi vieja la tiraron al piso. Agarraron a uno, el otro se escapó. Tengo la foto del que está detenido y ¿saben qué? La mujer es policía, sí, policía de La Plata”. Jésica Merep, aún en shock y con heridas, resumió en esas líneas el calvario que vivieron en la madrugada de este domingo en su casa de La Loma.
Como contó 0221.com.ar, dos ladrones la sorprendieron a las 3.45 de la mañana en su vivienda de 26 entre 43 y 44, donde se despertó alertada por los ladridos de su perra. Su marido había salido a trabajar cinco minutos antes y había quedado sola junto a sus dos hijos de 3 y 5 años y su madre de 67.
La mujer se asomó al porche y vio a uno de los delincuentes en el techo, con el rostro cubierto por un pasamontañas y apuntándole con un arma. Volvió a meterse en su casa y a los gritos despertó a su mamá, a quien le dijo que llame a la policía. Pero los ladrones derribaron la puerta a patadas y se abalanzaron sobre la propietaria: la redujeron a piñas.
Según su relato, le preguntaron dónde está la plata y como ella no sabía qué contestarles, le pegaron un culatazo con la pistola 9 milímetros. Terminó con un corte en el cuero cabelludo y empezó a sangrar. Su madre se quedó en una de las habitaciones con los nenes.
“El más flaquito estaba re cebado, me pegaba mal. El otro me agarró de los pelos y me llevaba de un lado para el otro”, dijo a El Día. Llegaron a la habitación donde estaba la abuela con los chicos, a obligaron a tenderse boca abajo en el comedor y le apoyaron un pie en la cabeza.
Sin embargo, uno de los momentos de mayor tensión fue cuando uno de los ladrones le agarró el brazo al nene de 3 años, le volvió a exigir plata y le dijo: “O me lo llevo y no lo ves nunca más”.
Finalmente llegó la policía, que entró en la casa y provocó la fuga parcial de los delincuentes. “El primero en huir fue el flaco. El otro se metió en una habitación en la que justo estaba mi otro nene y me dio miedo de que lo usara de escudo”, detalló y reveló que le propuso huir por otra parte. Le hizo caso, pero no fue muy lejos y terminó detenido. El cómplice escapó con algunas pertenencias de valor, pero dejó las herramientas y un auto que serán peritados para dar con su paradero. Todavía continúa prófugo.
“Estuvieron poco, pero la verdad es que no se me pasó más. Nunca en mi vida imaginé que iba a pasar una cosa así, tan terrible. En un momento pensé que nos iban a matar”, expresó. Más tarde, su cuenta de Facebook, Jésica agregó: “Me reventaron la cara”, dijo.
Y agregó: “Querían plata y no tenemos un peso. Que si no le daba plata se lo iba a llevar a M. (uno de sus hijos). Gracias a dios entró la policía”.
