El Instituto Médico Platense (IMP) comenzó con la fase 3 de un estudio para probar la eficacia de una vacuna contra el COVID. La clínica de 1 y 50 avanza con la aplicación de la inmunización en voluntarios de la ciudad que se anotaron para formar parte de la investigación.
Los detalles de la experiencia fueron relatados a 0221.com.ar por Lucas Pelassini, un joven estudiante de periodismo que contó cómo fue el paso a paso de la vacunación, desde su inscripción hasta el momento de la inyección y el posterior seguimiento que le vienen realizando.
En principio, Lucas se alistó para entrar en distintas pruebas de la vacuna contra el coronavirus, pero no había recibido respuesta: “Desde que me enteré que había voluntariados para la vacuna me dio curiosidad participar, ya que la pandemia es algo que pasa cada mucho tiempo y es algo mundial, por lo que quería estar más cerca de poder contribuir a encontrar una solución”, expresó.
En ese contexto, se enteró del estudio del IMP mediante este medio, que anunció a fines de octubre que el centro asistencial había lanzado una convocatoria para reunir personas que ayuden a probar la vacuna elaborada por Janssen, de la compañía farmacéutica de Johnson & Johnson.

Pocos días después de completar la inscripción, recibió un llamado por parte del nosocomio para pedirle más datos personales y a los otros tres días se volvieron a comunicar para confirmar el turno para el “Estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo de fase 3, para evaluar la eficacia y la seguridad de Ad26.COV2.S para la prevención de COVID-19 mediada por SARS-CoV-2 en adultos a partir de 18 años de edad”.

De esa manera, este lunes se presentó para vacunarse y, al llegar al centro de salud, le dieron una carpeta roja y un número, por lo que pasó a llamarse “Seis Rojo”. Junto a los otros voluntarios, también llamados por un número y color, escucharon una charla informativa sobre la vacuna dada por los profesionales a cargo del estudio: “Nos explicaron todo el procedimiento, desde cómo está hecha la vacuna, hasta los posibles efectos adversos, pasando por nuestros deberes y tareas que debíamos asumir para los próximos dos años”, indicó Lucas.
El paso siguiente fue la recopilación de antecedentes médicos y luego lo hisoparon, pesaron, midieron, tomaron la temperatura y la oxigenación en sangre, así como la presión y frecuencia cardíaca.

Una vez en esa instancia, se aplicó la vacuna y esperó media hora por si se presentaba algún problema. Todo estuvo bien y se marchó a su casa con una bolsita de souvenir, la cual contenía un termómetro, un oxímetro, un kit por si se tenía que hisopar en su casa y una vianda saludable.
Lucas quedó en contacto con los especialistas a través de una app, que tuvo que utilizar al día siguiente de vacunarse ya que presentó fuerte dolor corporal y unas líneas de fiebre.

Pocas horas después esos síntomas desaparecieron, y ahora el joven sólo deberá esperar a que lo citen a los 29 días de la aplicación para que le saquen sangre, y otra vez a los 70 días. Aunque no sabe si recibió el placebo o la vacuna y tendrá que ser paciente porque los estudios tendrán resultados definitivos recién en dos años, el joven expresó su satisfacción por haber participado del estudio y contribuir a conseguir una respuesta a la incertidumbre que reina desde el inicio de la pandemia.