Una volanteada con graves acusaciones en el corazón del poder político de Berisso. Una marcha de trabajadores. Dos graves acusaciones. Antecedentes de violencia sindical. Todas estas situaciones tienen un solo protagonista: el gremialista Ramón Garaza, titular de la filial Ensenada del Sindicato Único de Petroleros e Hidrocarburíferos (SUPeH).
En la mañana de este miércoles 11 de noviembre varias calles de Berisso amanecieron empapeladas con un volante político en el que se lee: “Ramón Garaza, Presidente del Partido Justicialista de Berisso, persigue y despide trabajadores”. Las papeletas fueron arrojadas en la puerta de la Municipalidad de Berisso y en la sede del Concejo Deliberante de ese distrito.
Una de las primeras preguntas que surgieron es ¿Quién o quiénes realizaron esta acción? Por el momento nadie se adjudicó la distribución del panfleto. Pero esa acción está linkeada con una situación que se vive puertas adentro del gremio ensenadense de petroleros y petroleras.
Desde hace tiempo, un sector de ese mundo laboral, cuestiona a Garaza por aceptar la firma de paritarias con pérdidas de poder adquisitivo en los salarios. Este derivó en una marcha masiva al gremio, pero los manifestantes fueron agredidos y ferozmente reprimidos.

Esta tarde, se espera una nueva marcha (con distanciamiento social) para reclamar el cese de la persecución gremial por parte de integrantes de la conducción de Garaza en SUPeH. Un conflicto entre dos trabajadores terminó con un pedido de suspensión para el asalariado crítico a la gestión actual del sindicato. Sus compañeros grabaron un video en el que reclaman el cese de la persecución a trabajadores por parte del mismo sindicato, es decir, exponen un gremio que ataca a parte de sus afiliados.
La figura de Ramón Garaza en el mapa gremial de la región aparece desdibujada. Su método de conducción impidió, en La Plata, la unidad del campo gremial en las elecciones de 2019, situación que colaboró en la derrota del Frente de Todos (FdT)en la capital bonaerense. Además perdió la interna del FdT en Berisso, donde es el secretario general del Partido Justicialista.
Su gestión al frente del Justicialismo también es objeto de críticas. Señalan que no se expide sobre la grave situación de los trabajadores de la región y desconocen cuál es su rol como integrante de la Confederación General del Trabajo (CGT) regional La Plata.

En una comparación en espejo, el silencio político de Garaza es aturdidor en relación al Partido Justicialista de Ensenada, desde donde expresaron su solidaridad al trabajador que denunció persecuciones gremiales.