La Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios del ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación autorizó el regreso de las visitas familiares en unidades ubicadas en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires que dependan del Servicio Penitenciario Federal.
La medida se tomó después de seis meses de aislamiento total, una medida preventiva que fue tomada para contener los posibles contagios de coronavirus en el marco de la pandemia.
De esta manera, los Complejos Penitenciarios Federales I, II, IV, de la Ciudad de Buenos Aires, y las unidades 19, 31 y 34 abrieron sus puertas a 670 familiares bajo un estricto protocolo, que contó con la aprobación de las unidades sanitarias, según informó el Ministerio de Justicia en un comunicado.
Los encuentros se llevaron a cabo cumpliendo con todas las medidas de seguridad, distanciamiento y protección articuladas en los protocolos, adecuándose a las características edilicias, la cantidad de internos y las formas particulares de organización de cada penal.