Los empleados agremiados en el Sindicato de Empleados de Vialidad Nacional (Sevine) emitieron un comunicado para exigirle a las autoridades que no se le renueve el contrato al rugbier del Club Universitario de La Plata (CULP), quien fue denunciado por su expareja por violencia de género y, además, está acusado de difundir fotos íntimas de mujeres en un grupo de WhatsApp con otros jugadores de la institución.
En ese marco, el gremio también se solidarizó con las víctimas del deportista y adelantaron que no propiciarán "la renovación de un contrato de trabajo de alguien que quiera atentar contra la Ley 26.485 de protección integral a la mujeres".
Según explicaron, el denunciado cumple funciones en la ex Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi) y "se trata de un contrato monotributista, por lo que no pertenece a la planta permanente". Así, los trabajadores pidieron que no le sea renovado su compromiso con la institución, debido al accionar por el que se encuentra investigado.
El caso salió a la luz durante la última semana, cuando una joven llamada Narella escribió en su cuenta de Twitter denunció el hecho en Twitter. "Chicas de La Plata: si cogen/hablan con la categoría 93 94 de El Club Universitario de Rugby sepan que filman a minas sin su consentimiento y lo pasan en sus grupos de wsp. Tengan cuidado porque se lo han hecho a muchas sin importar que sean novias, amigas o conocidas", escribió y su posteo recibió varios miles de retuits.
A raíz del escándalo desatado, la exnovia del principal acusado, Mara Sist, se animó a contar su propio caso y lo denunció penalmente por violencia de género, a la vez que aportó los nombres de los integrantes del grupo de WhatsApp donde se viralizaron las fotos de las jóvenes manteniendo relaciones sexuales con algunos de sus integrantes. Tras hacer efectiva la denuncia, la joven contó que muchas mujeres se comunicaron con ella para contarle que habían sido víctimas de hechos similares.
Sist fue pareja del acusado durante tres años y medio y, tras ponerle fin a la relación, comenzó a sufrir agresiones a punto tal que pidió una restricción perimetral que él desobedeció. Incluso, comenzó a amenazarla a través de mensajes de texto. En esa misma línea, tras haber realizado la primera denuncia pública, Narella reveló que también fue amenazada y compartió capturas en las que se puede leer fuertes insultos.

En medio del escándalo que se desató, la dirigencia del Club Universitario y su Comisión de Género, en tanto, emitieron un comunicado y decidieron suspender a dos de sus deportistas de forma "provisoria" y "preventiva" hasta que el Tribunal de Disciplina le imponga una sanción.