Los médicos del hospital Gutiérrez permanecen en alerta a raíz del preocupante estado de salud de Narciso Padilla, el repartidor de agua que fue baleado mientras entregaba un pedido en la zona de Ringuelet, el pasado lunes por la tarde. De acuerdo a lo informado por fuentes oficiales a 0221.com.ar, el hombre "tiene uno de sus pulmones comprometido" debido a que el calibre 22 que lo alcanzó "recorrió todo el cuerpo".
Según explicaron, Padilla fue intervenido quirúrgicamente horas después de haber sido atacado por un delincuente que intentó asaltarlo. Si bien la operación había sido un éxito y su cuadro parecía favorable, la situación cambió durante las últimas horas. En este contexto, aseguraron que la víctima aún tiene el plomo alojado en su sistema.
Cabe recordar que el incidente se registró en 519 entre 3 y 3 bis, cuando el empleado se disponía a entregar un pedido. De acuerdo a los voceros, allí fue interceptado por al menos un ladrón armado que le exigió el dinero de la recaudación. No obstante, Padilla se resistió al atraco, desatando la furia del asaltante.
Entre forcejeos y amenazas, este último le apuntó con su pistola y no dudó en jalar del gallito, efectuando un disparo que alcanzó al hombre en el tórax, a la altura de su hombro izquierdo. Luego, escapó.
Alertados por el estruendo y el intenso griterío, los vecinos salieron a la calle y lo asistieron. Minutos más tarde, los agentes de la comisaría Sexta, al mando de Gustavo Vilela, hicieron lo propio. El herido fue trasladado al hospital. donde se le realizaron las curaciones de rigor.
De acuerdo a los voceros, el ladrón ya estaría identificado, por lo que las autoridades van a fondo con la investigación y confían en poder avanzar con la causa.