"IOMA ha defraudado nuestra confianza", sentenció el presidente de la AMP, Jorge Cruz Varallo, en una conferencia de prensa realizada en la institución. Acompañado por Eduardo Martiarena, titular de la Concertación de Entidades Médicas Independientes Bonaerenses (CEMIBO); Julián Barrales, vicepresidente de la AMP; Luciana Brividoro, presidenta de la Sociedad de Neurocirugía de La Plata; Carlos Figueroa, asesor legal de la AMP e Itatí Martínez, representante de la Agrupación de Neurólogos Platense, Varallo contó la complicada situación que atraviesan los médicos platenses y bonaerenses con la obra social IOMA.
Según el representante de los médicos, el ente a cargo de Pablo Di Liscia los pone "en una situación muy tensa" ya que no implementa el nuevo nomenclador, un listado de prácticas médicas que no se actualizaba desde 1958. "Los administrativos de IOMA nos dicen que la primera facturación que la Agremiación le acercó a la obra social para que se produzca la liquidación con los valores del nuevo nomenclador, de acuerdo a convenio, en los últimos días de este mes, está completamente parada y no tenemos respuestas. Sus argumentos son tan variados que no nos parecen más que maniobras dilatorias", aseguró.
Además, denunció que están siendo "coaccionados por el cobro o actualización de los copagos y ahora IOMA nos envía cartas documento diciendo que podría sancionar a agremiados". Es que según el convenio firmado en 2017 que se refrendó año a año, los médicos con jerarquía -con categorías B y C- deberían aumentar el copago un 40 y un 80% respectivamente, pero este año eso no se efectivizó. De esta manera, los médicos de categoría A -cuyas consultas son cubiertas enteramente por la obra social- recibieron su aumento mientras que los de categorías B y C se ven impedidos de hacerlo, aun estando este incremento contemplado por convenio.
A su turno, la presidenta de la Sociedad de Neurología Luciana Brividoro, explicó que antes de sentarse a negociar y diseñar el nuevo nomenclador, "para poder hacer una práctica que no estuviese en el listado, se iniciaba un trámite de excepción. El paciente iba a pedir que se autorice esa práctica particular a la obra social, y la obra social determinaba ella, sin argumentos o fundamentos detallados, el valor que ponían, que no coincidía usualmente por el propuesto por el equipo médico, que se basa en los nomencladores nacionales de cada especialidad, es decir que no es arbitrario".

"A partir de la firma de este nuevo acuerdo, uno de los compromisos que tomamos los médicos fue no iniciar más trámites de excepción, porque en el nomenclador nuevo sí están incorporadas esas prácticas que antes no. Y los médicos lo cumplimos; a partir del 1 de abril cerca del 90% de nosotros no inició más trámites de excepción... y esto teniendo en cuenta que en especialidades como la mía, neurocirugía, los trámites de excepción o las prácticas no nomencladas representan el 50% del ingreso mensual", aseguró la especialista. Sin embargo, pese a este compromiso, la obra social continúa sin pagar los nuevos valores, emplazados en un documento de 192 hojas trabajado durante meses en mesas técnicas de la obra social y AMP.
Según el titular del CEMIBO, Eduardo Martiarena, esos trámites de excepción "suelen pagarse en CABA más del doble de lo que se pagan en La Plata. El tema del nomenclador fue un trabajo muy importante que se venía haciendo desde el año pasado, donde el objetivo era no solo trabajar para un nuevo nomenclador sino ponernos de acuerdo en cómo se va a financiar, y nos pusimos de acuerdo en que esto era evitando trámites de derivaciones a Buenos Aires, que los gastos son muy importantes, al igual que los de los trámites de excepción, porque se judicializan. El nomenclador era una herramienta, acá había un acuerdo de trabajar de forma conjunta por algo más transparente, equitativo y eficiente. No entendemos por qué se traba, hoy quienes frenamos los trámites de excepción no tenemos cómo cobrar honorarios, y esto viene desde abril", sentenció.

El asesor legal de la AMP, por su parte, destacó que "es una carga que tiene IOMA" hacer cumplir el nuevo nomenclador, esté en la instancia administrativa que esté dentro del Instituto (se decía que el próximo paso era revisarlo por los organismos de la Constitución). "Nosotros tenemos la firma soporte papel de Di Liscia de fecha 24 de diciembre de 2018, donde se compromete a poner en marcha el nomenclador el 10 de marzo de 2019. Luego, con la voluntad de las instituciones médicas, el 22 de abril firmamos junto a Di Liscia el acuerdo con el nuevo nomenclador, pero todo aquello a lo que se comprometió IOMA no cumplió en nada, y ya lleva 7 meses así. Hubo médicos que se sometieron a las normas y ahora no cobran honorarios. Creo que hay una clara traición de parte de IOMA", advirtió Figeroa.

Hacia el final de la conferencia, Varallo indicó que se sienten "completamente defraudados en nuestra buena fe, y por eso el sábado vamos a terminar definiendo cuáles son los pasos a seguir de ahora en más"en una reunión con todas las entidades médicas que integran el CEMIBO. Frente a la posibilidad de frenar la atención para los afiliados a IOMA, Martiarena planteó que "la medida de fuerza nuestra no es una más, puede traer graves consecuencias y eso lo sabemos. Nuestro compromiso es contarle a la sociedad que requiere de nuestro trabajo y de que no tomemos esa medida. No es fácil tomar una medida de fuerza y decir este día no atendemos y no operamos. Por eso necesitamos que toda la sociedad sepa lo que está pasando. Este es un pedido de ayuda a la sociedad", finalizó.