El ex sargento Mauro Aguilera comenzará a ser juzgado este martes en el fuero Penal de La Plata por el crimen de Nélida Soledad Bowers (18). El hecho se desencadenó en la noche del 29 de agosto de 2013en el restaurante “Me Piace”, ubicado en la esquina de las calles 9 y 54, en pleno centro de La Plata, el cual se encontraba repleto de clientes.
Al momento del hecho había entre 60 y 80 clientes según declararon varios testigos durante la instrucción del caso que fue investigado por el ex fiscal Fernando Cartasegna.
Según los investigadores, al menos cuatro delincuentes llegaron a bordo de dos motos y dos de ellos, a cara descubierta, ingresaron armados con fines de robo, mientras los otros dos se quedaron en la puerta como "campana".
Los dos asaltantes que ingresaron al salón del restaurante comenzaron a pasar mesa por mesa, sustrayendo a los comensales dinero, teléfonos celulares y otros objetos de valor, como así también el dinero de la caja con la recaudación del día, el cual finalmente se les cayó en la huida.

Mientras robaban las pertenencias de los comensales, los delincuentes se encontraron con el sargento Aguirre que se hallaba dentro del restaurant y se identificó como policía para evitar el robo.
Ante esta situación, los ladrones escaparon y el efectivo comenzó a perseguirlos. Ya en la calle, aparentemente los delincuentes que estaban en las motos le apuntaron con armas al policía, por lo que éste efectuó un solo tiro.

La víctima junto a su hermana y amigos estaba en la fila para ingresar a un bar que estaba ubicado en la esquina de 9 y 53. Esa noche se presentaba Chili Fernández, uno de sus artistas favoritos de la movida tropical, cuando recibió un tiro en el abdomen.

Viviana es la hermana de Soledad y la principal testigo. Estaba con ella en la puerta de Renatina Bar (9 y 53) cuando el policía disparó. “Nosotros estábamos en 9 y 53, justo en la esquina. Éramos los últimos en la fila. Ella (por su hermana) se dio vuelta, me agarró y me dijo: me pegaron, me pegaron”, contó Viviana. La joven se quejó de que el agente “no se fijó si había gente, no se fijó nada, les podría haber pegado a las chicas que estaban adelante mío”.

Chili Fernández, el músico que habían ido a ver las chicas, no sólo decidió suspender el recital sino que horas más tarde expresó su dolor por la muerte de una de su fans. “Estoy muy triste, realmente lo siento mucho. Estábamos todos, amigas/os , y familiares. Mi más sentido pésame para la familia de Soledad”, escribió el músico en su cuenta de Twitter.

El juicio oral estará a cargo del Tribunal Oral Criminal I de La Plata. La defensa estará en cabeza de los abogados Julio Beley y Bruno Strassera quienes apuestan a demostrar que no hubo dolo homicida en el accionar del ex policía. La acusación es por “homicidio simple con dolo eventual” una polémica figura que no está prevista en el Código Penal. El dolo eventual indica que el autor del disparo, sabiendo que podría provocar muerte con su conducta, siguió adelante sin importar las consecuencias.