Los integrantes de la comunidad evangélica metodista de La Plata están de festejo. Este domingo festejan el centenario del templo ubicado en diagonal 74 al 861 entre 3 y 4 y preparan un culto especial de acción de gracias, abierto a toda la comunidad y credos platenses.
Con más de 180 años de presencia en Argentina, la Iglesia Evangélica Metodista Argentina es una comunidad cuya fe se basa en Dios Padre, Jesucristo el Hijo y el Espíritu Santo, bajo la autoridad de la Biblia. Con sus raíces en la Reforma Protestante del siglo XVI, el movimiento espiritual y social metodista fue impulsado por John Wesley en Inglaterra.
Los metodistas fueron los primeros protestantes que se instalaron en nuestra ciudad, comenzaron su obra en 1884, cuando La Plata apenas llevaba 2 años de fundada, su primera parroquia, de madera, estuvo emplazada en 4 entre 40 y 41, en la misma manzana en la que el 14 de septiembre de 1919 inauguraron su templo, edificio declarado patrimonio histórico de nuestra ciudad. Los primeros metodistas en llegar a la Argentina lo hicieron por 1836.
Esta rama del protestantismo se inició hacia finales del siglo XVIII en Inglaterra, como una escisión del Anglicanismo, destacándose por su compromiso con los trabajadores, granjeros pobres y esclavos. Este compromiso se mantuvo a lo largo de su historia, al presente, miembros de la congregación asisten semanalmente, con viandas de comida caliente a personas en situación de calle, iniciativa que se lleva a cabo a partir de donaciones de pequeños comerciantes de La Plata como también de los propios integrantes del grupo.

Según se lee en la web oficial de la comunidad, el metodismo en el Río de la Plata “mostró ser un cabal heredero de aquel movimiento evangelístico nacido en los albores de la Revolución Industrial, dando la lucha por una educación y un Estado laicos en los primeros años de la República Argentina e integrando a las masas fruto de las grandes oleadas inmigratorias de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, en la vida eclesial y social”.
También, durante la última dictadura cívico militar “supo tomar una decisión profética”, como fue la de brindar hospitalidad “a los refugiados de Chile y de otros países latinoamericanos a causa de los golpes de Estado. Para hacer frente a esta situación se decide la creación de CAREF (Comisión Argentina por los Refugiados) junto a otras iglesias”, se informa en sus órganos de difusión.

Al mismo tiempo se abocó, durante los años de plomo y los primeros de la democracia, al tratamiento de las denuncias por la desaparición de personas y acompañar los reclamos de sus familiares, al tiempo que, junto a referentes de otras tradiciones cristianas se crea para cumplir esos fines el MEDH (Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos). En los albores de la vuelta a la democracia integró la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP).
También el metodismo argentino apoyó el derecho al divorcio civil, la ley de Servicios Audiovisuales y acordó con la del matrimonio igualitario. Más recientemente, expresó su acompañamiento en la lucha por la reglamentación del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo y, con ello, el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo.

“Haz todo el bien que puedas por todos los medios que puedas, de todas las maneras que puedas en todos los lugares que puedas, en cualquier tiempo que puedas, a toda la gente que puedas, y tanto como tú puedas”, era una de las frases de cabecera de Wesley, fundador del Metodismo.