La única escuela de entrenamiento para perros guía, en el territorio que va desde Estados Unidos hasta la Antártida, está en Quilmes y fue impulsada por el Club de Leones de esa localidad. El animal que recibirá la joven será el primero formado en Argentina que se entregue en la ciudad de La Plata.
"Hacía rato que ella quería un perro lazarillo, por eso se comunicó con nosotros por mail y le mandamos el instructivo. Si bien le pareció algo imposible de alcanzar, le di ánimos y le dije que se comunicara con el Club de Leones La Plata Sur para que lo tomaran como una actividad de servicio. Así nació la campaña ‘Un perro guía para Brenda’”, explica Botindari.
El periodo de adaptación comenzará el próximo 30 de noviembre, durará alrededor de 20 días y se realizará en el predio que tiene la institución. "Cada usuario se podrá alojar en los dúplex que tiene la escuela, hechos en convenio con el Sindicato de Obreros Textiles. La pensión completa estará a cargo nuestro", indica el director.
Ahora bien, para llegar hasta esa instancia, deben darse una serie de circunstancias elementales. Los integrantes de la escuela tienen que ponerse en contacto con el o la solicitante, evaluar sus requerimientos y sus sensaciones. "Nos mandan un video y participan de entrevistas y charlas con nosotros. De esa forma, analizamos los parámetros psicofísicos, tratamos de conocerlos y hasta ver cómo hablan", continúa.

Durante la primera semana en Quilmes, Brenda trabajará únicamente sobre la teoría. Aprenderá a acicalar al perro, higienizarlo, cepillarlo, determinar si tiene sarro en los dientes, saber cuándo cambia de posición para hacer pis o caca, cómo darle de comer, cómo deberá convivir en su dormitorio y el lenguaje a utilizar con él.
En la segunda semana, "estará en contacto con un perro blanco, que no es el de ella, para aprender a colocarle el arnés, la capa y la correa, entre otras cosas", cuenta Botindari. Esto les permitirá saber si hay cosas a corregir en relación a su nuevo perro. "Hay gente que tal vez no tuvo contacto con otros animales en su vida, hay algunos que son ciegos de nacimiento, otros que perdieron la vista de grandes. Son cosas a tener en cuenta", completa.

La etapa final concluye el día de la entrega. Las autoridades reúnen a los usuarios en el predio y sueltan los canes de a uno. "Cada persona lo va llamando y es el perro el que elige a su dueño", cierra.
"En 2017 quise largarme sola porque ya proyectaba la idea de ir a la facultad. Siempre tuve acompañantes y crecí con ellos, pero cuando me enteré de la cantidad de cosas que hacen este tipo de perros, que te llevan a la panadería, al banco, al trabajo, me decidí", le había contado esperanzada la joven a este medio. Desde entonces ni ella ni su familia y amigos bajaron los brazos para conseguir el dinero necesario.