La delegación argentina sigue dando que hablar en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Una de las disciplinas en las que se destacó nuestro país es en tiro. En el último fin de semana el equipo albiceleste consiguió una medalla de oro, con Fernanda Russo y Julián Gutiérrez como principales protagonistas, y con una particularidad que llamó la atención de muchos y que genera orgullo para la escuela de Estudiantes.
"Cuando nos juntamos en San Carlos, las chicas nos dieron unas pelucas y nos preguntaron si nos animábamos a usarlas durante la competencia. Fue una estrategia que valió la pena porque en un momento me vio la americana y después bajó su calificación. Tal vez se desconcentró o perdió el foco", confesó Ariel Martínez, entrenador del conjunto argentino, en diálogo con Infobae.
Estas palabras sirvieron para develar el motivo por el cual los integrantes del grupo de entrenadores argentinos llevaban una llamativas pelucas de color celeste y blanco. Martínez es fanático de Estudiantes y por lo tanto admirador de Carlos Bilardo y Osvaldo Zubeldía. "Como por una cuestión de marketing y protocolo no podemos usar la camiseta, me la pongo debajo del uniforme para que esté presente", reveló el entrenador demostrando su fanatismo y aceptando que es casi un modo de vida.
“La técnica de las pelucas”, tal como fue bautizada por los protagonistas, surge de las entrañas de la filosofía Pincharrata y así lo confirma Martínez. Este método de distracción para las rivales, parece no ser la única técnica poco convencional implementada por el equipo argentino, pero de todas formas prefieren mantener el misterio. “Pensamos mucho en lo que íbamos a hacer acá, pero te lo cuento cuando me retire. Si te lo llego a decir, voy preso", dijo entre risas el entrenador hincha del León.
Claro está que Fernanda Russo y Julián Gutiérrez consiguieron la medalla de oro por su esfuerzo y talento en la práctica de tiro. Sin embargo, estas pequeñas cosas son muy consideradas por los entrenadores al momento de afrontar etapas decisivas en donde el propio Ariel Martínez asegura que en “la definición del certamen tiene un aspecto mayoritariamente psicológico y en una final es 90% de la cabeza y 10% de técnica”.
