El reglamento con el que el Frente Consenso Federal 2030 que impulsa a Roberto Lavagna acordó el ordenamiento de las candidaturas parece una invitación a las internas y eso complica el objetivo de los armadores de La Plata que imaginaban un escenario de lista única. Establece –según trascendió– un piso del 15% de los votos de las PASO, con muchas posibilidades de que la segunda fuerza acceda a integrarse con el segundo concejal en la lista ganadora. Así las cosas el gran dilema es si es posible un armado único y si todo desemboca en una interna de dos o tres listas.
A la cuestión reglamentaria se agrega cierto malestar que baja de lo provincial a todos los distritos, expresado por los sectores relacionados con la pata sindical encabezada por el gastronómico Luis Barrionuevo que cree haber detectado un intento de hegemonía de los ex massistas, que tienen al platense Juan Amondarain como operador.
Ambas cosas explican el modo en que en las últimas horas parecen haberse complicado las negociaciones, incluso en el núcleo original que integraban los que vienen del Frente Renovador, los radicales anticambiemos, el socialismo y el GEN.
A esa discusión se sumaron los peronistas ligados al candidato a vicepresidente Juan Manuel Urtubey y otros sectores duhaldistas, radicales y de Libres del Sur.
La zanahoria de las internas es atractiva y parece pensada para que desde los distritos se traccione con todos los grupos posibles a las fórmulas nacional y provincial. Incluso apostando a perder se podría asegurar que quien encabece la lista de concejales quede con expectativas de acceder a una banca intercalándose en el segundo lugar de la ganadora, a través del sistema D’Hont.

En las generales, con la suma de sectores, el lavagnismo podría aspirar al 8,33% mínimo (dicen manejar encuestas que superan los 15 puntos) para entrar al Concejo. El sistema de cocientes que se usa para el cálculo en esa instancia hace que al alcanzar el piso para un edil sea muy factible ingresar el segundo.
La cantidad de listas es, de todos modos, limitada a tres por el reglamento que establece que el pedido de boleta debe estar respaldado por la firma de al menos dos de los seis partidos que integran el Frente.
DURA PULSEADA
Aunque la discusión es minuto a minuto, este miércoles aparecen dos grupos marcados que tienen sus propias cuentas internas que saldar. El modo en que quienes quieran competir tienen que respaldar las listas -con dos firmas de sellos partidarios como mínimo- suma tensión. Ni los ex renovadores ni los radicales tienen el sello más allá de que si pueden aportar votos. Necesitarían entonces garantizar consensos con quien sí tienen esa herramienta.

Si de nombres se trata, el grupo que nuclea a ex massistas y radicales fomenta la candidatura a intendente de Carlos Ortelli, quien supuestamente reporta al gobernador salteño que acompaña a Lavagna en la fórmula presidencial. El esquema cerraría con los dos concejales que tiene el espacio, el lavagnista ex FR Luciano Sanguinetti (que bajaría así sus aspiraciones a intendente) y la radical Florencia Rollié, a la cabeza de la lista de concejales buscando la reelección. El duhaldista Osvaldo Dameno, otro que pretendía la jefatura comunal, suena para encabezar la de senadores provinciales.

Pero el armado, que según trascendió ya fue expuesto en encuentros intersectoriales, no cierra en todos los grupos. En lo que es el núcleo “fundacional” del lavagnismo se refiere, los progresistas del socialismo y el GEN observan con desconfianza y cuestionan que las decisiones no fueron compartidas. Reportan en esos grupos dirigente con aspiraciones a integrar las listas, Betina Rolfi del GEN, Emiliano Fernández del Socialismo y Maia Luna de Libres del Sur.
Más dura es la postura de otro grupo que se atribuye la “representación real” de Urtubey en La Plata y encabeza el ex funcionario garrista Juan Martinez Ayerra y la dirigente Elisa Shuster. Niegan que la candidatura de Ortelli esté cerrada y critican, en línea con Barrionuevo, el monopolio de la lapicera que intentan Amondarain y los radicales. Ya plantearon que están dispuestos a armar su propia lista e ir a internas.

A ellos se suma otro espacio radical, el de Sergio Panella, uno de los últimos llegados al Frente Consenso Federal que también pretende ir por la intendencia. El problema de unos y otros es que también reclaman la cabeza de la lista de candidatos a concejales, el botín más preciado de acuerdo a las reales posibilidades electorales en un escenario de polarización.

Otro candidato que reclama espacios para competir es el que encabeza Jonatan Trobat, quien este miércoles salió a la calle a visibilizar su postulación.