"Ese domingo estábamos festejando que habíamos arreglado el patio. Hicimos un asado y cuando concluyó, levantamos la mesa. Mi hijo estaba muy cansado y lo voy a dormir. Le doy el pecho y me duermo también. Me desperté en una situación que no podía creer". Ruth Pérez habla con la voz entrecortada cuando recuerda el inicio de la pesadilla. Como contó en diálogo en exclusiva con 0221.com.ar, la mujer denunció que el 24 de febrero fue abusada por su mejor amiga mientras dormía junto a su hijito en su casa de Villa Elvira.
A pocas horas de haber radicado la presentación judicial, volvió a dar detalles de la pesadilla que le tocó vivir hace poco más de dos años durante un festejo junto a su excuñada, su mamá, sus dos hijos, su sobrino y su vecina. Su vecina y amiga de toda la vida, con la que se reencontró en el barrio tras vivir durante varios años en lugares distintos y con la que forjó un vínculo tan estrecho que hasta la eligió como madrina de su bebé.
"Hizo a mi hijo partícipe de la situación de abuso. Había tomado alcohol pero estaba consciente. Tenía una cara de perversidad para con el nene, como diciendo 'mirá lo que estoy haciendo a tu mamá'", relató al móvil de C5N. Ante esto, Ruth reaccionó dándole un empujón y levantándose para poner a resguardo a su hijo.
Durante el móvil con el canal de noticias recordó que lo primero que pensó fue que su amiga estaba mal psiquiátricamente. Por eso, le dijo que si no la internaba su madre en una clínica de salud mental, lo iba a hacer ella.
Luego de ese momento, empezó una sucesión de hechos violentos. Tanto la presunta abusadora como su madre la amenazaron en reiteradas ocasiones y comenzaron una campaña de desprestigio en el Colegio de Médicos, donde Ruth trabaja e hizo entrar a la mujer, antes de que la hostigara.
"Me dijeron que iban a inventar calumnias para que me echen y que luego tampoco pudiese conseguir trabajo", aseguró.
No obstante, el episodio de mayor tensión lo vivió en abril, cuando se registró un principio de incendio en la casa de su madre. "Eran las 3 de la mañana y no me podía dormir, después de discutido con esta señora. Siento como si fueran tres piedrazos. Miro por la ventana y veo una hilera de fuego en el techo del comedor de mi mamá, que empezó a los gritos y luego llamó al 911", agregó y apuntó directamente a la familia de la agresora.
En tanto, Darío Saldaño, su abogado, hizo hincapié en la ausencia institucional que padeció su clienta luego de la denuncia. "Lo grave es la falta de respuesta institucional del trabajo y de distintos sectores de la justicia que no han dado curso a las situaciones de amenazas", dijo.

En ese sentido, la joven sostuvo que fue su madre quien tuvo que ir a narrar lo que había padecido al Colegio de Médicos. "Yo no podía ir porque trabajamos pegadas. Como sucedió por fuera del ámbito laboral, nos pidieron que no lo difundamos. Teníamos que trabajar como dos reinas. Institucionalmente no había nada, ningún mal comportamiento, pero me cambiaron a mí, me mandaron a un piso aparte, escondida", disparó Ruth.
En este contexto, las autoridades deberán reunir las pruebas correspondientes y llamar a los testigos necesarios para avanzar con el caso que, hasta el momento, no tiene personas detenidas.