Un equipo de investigadores de la UNLP diseñó la primera bioimpresora 3D en el país para desarrollar sistemas de liberación controlada de moléculas terapéuticas que puedan ser empleadas para el tratamiento de patologías en piel. Estos trabajos significan un avance importante para tratar las lesiones de los pacientes diabéticos.
Los estudios estuvieron a cargo del Laboratorio de Nanobiomateriales del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI), dependiente de la UNLP y el CONICET; junto al Laboratorio de Investigación y Formación en Informática Avanzada (LIFIA), de la facultad de Informática de la UNLP.
La diabetes es una patología atribuida a la concentración de los niveles de azúcar en sangre, producida por la desregulación en la producción de insulina. Entre las complicaciones que sufren los pacientes, se encuentra el "pie diabético". El mismo es causado por una escasa vascularización en los miembros inferiores, lo que disminuye el proceso de cicatrización en lastimaduras y genera la aparición de úlceras.
"El desarrollo de bioempresoras 3D para la realización de apósitos con fines terapéuticos para pie de diabético tiene varias ventajas. Una de ellas es que los apósitos pueden ser personalizados para cada caso, debido a las características físicas tridimensionales de las úlceras como por su extensión y profundidad, así como la cantidad y el tipo de fármacos y otras moléculas terapéuticas a emplear de acuerdo con las características y necesidades del paciente", explicó el responsable del Laboratorio de Nanobiomateriales, Guillermo Castro.
En ese sentido, el investigador remarcó que "la ventaja de las matrices bioimpresas que contienen moléculas terapéuticas es que permiten la liberación prolongada de fármacos en concentraciones adecuadas durante un periodo de tiempo establecido". De esta forma, es posible una reducción en la concentración de fármacos debido a la acción y la efectividad que tiene.

Las heridas producidas en la piel de los diabéticos pueden ser la puerta de ingreso para diversos microorganismos que, en caso de no ser tratado, aumentan los riesgos de contraer infecciones. Tal es el caso de personas con extensas quemaduras, vasculares y de supresión inmune.
En cuanto al funcionamiento de las bioimpresoras 3D, Castro destacó: "La facilidad y sencillez de manejo que posibilitan, mediante un simple entrenamiento previo de personal médico, poder ser empleadas en unidades sanitarias de baja y media complejidad. Además –agregó– se debe mencionar la reducción de los costos sanitarios debido a que los apósitos que se utilizan actualmente para tratamiento de patologías de piel son importados, y, por lo tanto, muy costosos". El responsable del Laboratorio de Nanobiomateriales informó que "actualmente, la impresora que está en uso es un prototipo, con el cual estamos ajustando y ensayando los parámetros de las diversas matrices a emplear. El proyecto tiene apenas un año y nos encontramos estudiando las diferentes matrices, para caracterizarlas fisicoquímicamente y hacer los estudios con diversos fármacos".

Es importante señalar que la diabetes en una enfermedad que tiene una elevada incidencia en la población mundial y se encuentra en un constante crecimiento. En Argentina se ha estimado que el 5,5% de la población, que equivale aproximadamente de 2,4 millones de personas, es diabética.