Kapanga es una de las bandas más representativas del rock nacional, con 24 años de trayectoria, está llena de grandes canciones que despiertan alegría y pasión entre sus seguidores. Este sábado se presentan en la Sala Ópera, de 58 entre 10 y 11, donde tocarán un repertorio sólido lleno de éxitos. Lejos de ser una banda que descansa en la lista de sus canciones súper conocidas, volverá a estudios para componer nuevos temas y en la previa Maikel De Luna Campos, guitarrista y compositor del grupo, dialogó con 0221.com.ar sobre cómo se preparan para esta nueva etapa.
—Luego de cerrar su tour de verano recorriendo el país con su música, tocando en las principales fiestas y festivales de Argentina, ¿cómo se preparan para la etapa de estudio, alejarse del público después de mucho tiempo de tocar casi sin descanso?
—Si justamente era eso, del 23 de diciembre al 15 de enero paramos, pero después hicimos aproximadamente 29 conciertos y la onda era parar, un mes, para poder empezar a pre-producir, terminar de proponer y comparar ideas, decidir con qué productor lo vamos a hacer, si lo editamos nosotros o alguna compañía, esas cosas. Hace un tiempito que no sacamos un disco y vamos a parar para enfocarnos en eso.
—¿Cuál es la idea que tienen, sobre qué van a trabajar?
—Vamos a hacer un disco corto porque entendemos también que es un momento donde la música se escucha de otra manera, ni bien ni mal, pero yo recuerdo cuando era joven me gustaba el grupo Duran Duran y sacaba un disco que tenía entre 8 y 12 temas, después de los '90 se empezaron a hacer discos más largos de entre 20 y 22 canciones y me parece que volvió un poco lo de antes. Incluso, te das cuenta porque hay bandas que sacan un single antes del disco, como era antiguamente, que sacabas el simple pero en vinilo y después sacabas el long play (LP). Bueno, ahora lo mismo, sacar el single de manera digital, después sacás el álbum en formato full, formato CD, LP y hasta hay bandas que lo sacan en cassette, como un fetiche. El nuestro será un disco no corto pero acotado a los tiempos de cómo incluso nosotros escuchamos música.

—¿Cómo será el trabajo a partir de ahora, cómo hacen la selección de temas?
—Cada uno lleva ideas, lleva sus composiciones. A mí me decís 'hay que grabar un disco tal día' y entonces me pongo a trabajar. Tengo muchas ideas para lo que será el single de adelanto de canciones. También lo que solemos hacer es que antes de juntarnos a ensayar ya tenemos los temas compuestos. Generalmente compongo mucho con Javier, el bajista. y después aparecen muchas ideas de la banda, pero el disco ya viene como pre-compuesto. En este disco lo que tenemos ganas de hacer es, quizás, la mitad del material es hacerlo compuesto con los que más hacemos canciones y nos copamos con eso y la otra mitad, como tenemos nuestro propio estudio de grabación, probarlo ahí y terminar de componerlo en el lugar, con un productor que tenemos en mente; y poder utilizar el estudio como una herramienta compositiva también.
—¿Los temas y su composición qué tan atravesados están por la coyuntura que atraviesa el país?
—En realidad siempre, en todos los discos, hay una parte que socialmente nos sale solo, generalmente no es planeado. Lo que tenemos ganas es hacer el disco que nos guste a nosotros y si salen en ese momento cuestiones de la realidad social y las injusticias que andan dando vueltas... es como por ejemplo el tema y el paradigma que se esta quebrando con las mujeres: eso incide constantemente en nosotros, porque todos tenemos madres, esposas, hermanas e hijas, por eso es imposible no hablar de ese tipo de cosas en algún momento, pero no son planeadas.

—¿Cómo fueron estos 24 años juntos?
—Se pasó rapidísimo, el año que viene cumplimos 25 años. Tocar juntos es un sueño y un desafío, son pocas las bandas que hace tanto tiempo que tocan. Nunca hubiéramos soñado el viaje. Cuando empezás generalmente tus sueños son tocar en un lugar un poco más grande o que te vaya a ver más gente o salir de Buenos Aires. Tuvimos la suerte de girar por todo el país varias veces, hacerlo por Europa, Estados Unidos, México y Latinoamérica. Nos vemos a los ojos, somos sinceros y nos divertimos, mientras eso funcione hay Kapanga para rato. El día que no funcione más, nos vamos a mirar a los ojos y vamos a decir 'bueno uno no tiene que tener un final ni triste ni melancólico y mucho menos escandaloso'. El día que suceda no será así.
—¿Cuál crees que es el principal legado de Kapanga en lo musical e idiológico?
—Uno que ni siquiera nosotros lo esperábamos: habernos hecho nuestro propio lugar y haber hecho espacio en el rock nacional en general, digo porque somos una banda que los shows son muy arriba, muy energéticos, muy emparentados con bailar y con disfrutar, como Los Twist o los Decadentes, pero a la vez, nosotros tenemos nuestro componente a nivel musical super de rock y eso no existía y nosotros lo enfrentamos y logramos que suceda, ese mestizaje y fusiones de géneros que nos caracteriza. Creo que ese es nuestro legado y también el humor.

—¿Y qué hay del legado en el cancionero popular?
—Sí, también, esas canciones que suenan en todos lados y que hasta Doña Rosa las conoce y no sabe cómo te llamas. Estamos viendo muchos chiquitos entre 8 y 10 años que van a nuestros shows. Estuvimos haciendo recitales donde los menores entraban gratis, acompañados por un mayor, para que puedan venir y también para colaborar un poco con la economía.
—¿De qué se trata?
—En tiempos de crisis lo primero que se restringe es salir a comer, ir al cine, ir a ver la banda que te gusta, un espectáculo. Entonces, ahí tratamos de tirar un centro ofreciendo la posibilidad de que los menores de 14 entren gratis. En el show de La Plata también lo hacemos. Si John Lennon no pudo cambiar al mundo con sus canciones, nosotros tampoco; pero por lo menos si podemos cambiar dos horas de tu vida, hacerte olvidar un poco de todo lo horrible del mundo... y bueno, algo hicimos bien.

Las entradas se consiguen anticipadas con descuento en Jason (La Plata), Locuras (Once y Morón), la boletería del teatro, www.kapanga-tickets.com y a través de www.livepass.com.ar y sus puntos de venta.