Un 17 de abril de 2009, la UNLP daba comienzo al programa E-Basura para reacondicionar el equipamiento informático en desuso y donarlo a distintas organizaciones sociales de bien público y sin fines de lucro de Argentina. A diez años de su nacimiento, la iniciativa entregó más de 5300 componentes y son una de las instituciones pioneras en el reciclado de los residuos electrónicos en el medioambiente.
La Jauretche ganó el centro en Psicología y la JUP acusó a Franja Morada de desconocer el resultado con una denuncia de fraude que tildaron de falsa.
La UNLP acordó con la Mesa Paritaria Nodocente el pago de un bono extraordinario de $150.000. Se cobrará con el sueldo de noviembre.
Desde sus inicios, cada uno de sus integrantes trabajó con el objetivo de reducir la brecha digital y para colaborar con el medio ambiente a través de una disposición final segura del equipamiento que no se puede recuperar y contribuye con la formación de alumnos universitarios.
Durante sus diez años de vida, cientos de vecinos de La Plata se acercaron al taller de Tolosa para donar los materiales que no eran utilizados como pilas o computadoras viejas.
La entrega de los 5300 componentes benefició a más de 350 mil personas, y enviaron una disposición segura de 143 toneladas de residuos electrónicos. Además, capacitaron a más de 765 alumnos con cursos de reparación, pasantías académicas y prácticas profesionales. También estuvieron un total de 120 estudiantes y docentes de la UNLP y lograron concientizar a una gran cantidad de platenses por los problemas que generaron los Residuos de Artefactos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
En 2018, y tras firmar un convenio con la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), E-Basura cuenta con una planta piloto experimental de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, lo que permitirá profundizar la revalorización para reutilizarlos y donarlos a instituciones de la región.