miércoles 22 de enero de 2025

¿Cuál es la presencia del radicalismo en el gobierno de Cambiemos en La Plata?

A contrapelo del efecto La Pampa, donde la UCR derrotó al PRO en internas, los radicales platenses están alineados detrás de la reelección de Garro. Los lugares que ocupan en los distintos ámbitos y las aspiraciones de cara al armado de listas.

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El efecto La Pampa (el triunfo del radical Daniel Kronemberger sobre el macrista Javier Mac Allister en la interna por la Gobernación), un resultado electoral que devuelve al radicalismo algo de protagonismo dentro de la alianza Cambiemos, colocó a los dirigentes "boina blanca" de La Plata en una situación de expectativa en la previa de la discusión por el armado de listas, en la cual hay dudas respecto a si podrán revalidar todos los cargos que ponen en juego. En la última sesión del Concejo Deliberante hubo felicitaciones y chicanas opositoras que intentaron sembrar cizaña.

Para leer la real incidencia que el principal socio del PRO tiene en el Gobierno local no alcanza con limitarse a los lugares en los ámbitos legislativos, donde ocupa cuatro bancas de concejales y una de diputados. También se pone de relieve la participación en el Consejo Escolar, donde tiene dos lugares; y fundamentalmente en el gabinete de Julio Garro, donde maneja tres de las once secretarías con varios lugares en subsecretarías y direcciones.

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LAS LISTAS

La gran discusión de 2019 en Cambiemos será el armado de la lista de concejales especulando con un resultado de mínima que permita que ingresen entre cinco y seis concejales. La duda sobre ese sexto lugar puede convertirse en una variable de ajuste, pero también en una prenda de discordia: ninguno de los que podrían tener chance de renovar querrá ocuparla por estar cerca de la zona gris.

Es la UCR la fuerza que más pone en juego: tres de las seis bancas del oficialismo. Del resto, una es de la Coalición Cívica y la dos restantes del PRO. Como principal fuerza de la coalición, en el PRO consideran que está muy en tela de juicio que la UCR pueda retener esos lugares, más allá de que dos de ellos lo tendrían asegurado: el presidente de bloque, el salvadorista Claudio Frangul, y Guillermo Ronga, relacionado con el sector del diputado nacional Miguel Bazze.

El lugar cuestionado es el de Florencia Rollié, la díscola de la bancada que había ingresado por la minoría en 2015 y que de ningún modo integrará la nómina. De todos modos el radicalismo pretende el lugar.

El macrista Julio Irurueta y la "lilita" Raquel Krakover (o alguien de su espacio) tendrían lugar asegurado y se suman a los dos radicales. El quinto, que en realidad será "el 1", deberá ser necesariamente alguien de confianza del Intendente. Quedaría entonces en disputa esa sexta banca, con chances concretas de ingreso, que es reclamada por la UCR (el género de la primera condicionará a ésta última por cuestiones de cupo igualitario). El PRO no querrá cederla.

También podría ser una prenda de negociación para que Frangul intente concretar el viejo anhelo de llegar a la Legislatura. La misión no parece sencilla porque como es el turno de elegir senadores hay solo tres lugares en juego que, al parecer, ya están reservados para algún otro espacio. Pero al presidente de la Junta Central se lo ha escuchado decir que sería "equilibrado" considerar una banca en la cámara alta para el radicalismo. Podría sumar chances si se considera que algunos todavía sostienen que el jefe de bloque reclamó sin éxito la presidencia del Concejo cuando se fue Fernando Ponce.

De más bajo perfil son los dos lugares que la UCR pone en juego en el Consejo Escolar. Uno es Eduardo Kechichian, quien como Frangul y el concejal Raúl Abraham pertenece al sector del vicegobernador Daniel Salvador. El otro, José Luis Salanitro, es producto de la propia interna y llegó a ese lugar relacionado con el exdiputado provincial Sergio Panella.

EN EL EJECUTIVO

En el entorno del Intendente, quienes consideran que la UCR está suficientemente representada en la coalición gobernante muestran como ejemplo la integración de las tres secretarías a cargo de los herederos de Yrigoyen, Balbín y Alfonsín.

Remiten a tres áreas que han alzado su perfil en el último tiempo, especialmente durante la mesa de diálogo social y productivo que Garro lanzó en medio de la crisis por la estampida del dólar.

Uno de ellos es otro salvadorista, Raúl Cadáa, quien está a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social. Tiene incidencia en la relación con las organizaciones sociales que suelen manifestar frente a la Comuna cuando piden que aumenten los niveles de ayuda y en su estructura hay varios dirigentes del radicalismo.

Ocurre lo mismo con el responsable de Salud, el storanista Germán Niedfeld, quien con una estructura algo más chica, cuenta en sus filas con funcionarios también enrolados en la Corriente de Opinión Nacional (CON): están en la subsecretaria de Salud y Medicina Social, Claudia Uriarte, y el subsecretario de Control Administrativo, José María Andiarena.

Pero es Rogelio Blesa, integrante del Rapaca (espacio creado por Ricardo Alfonsín y hoy integrado a Cambiemos a través de Miguel Bazze) quien desde la Secretaría de Producción tal vez concentre a la mayor cantidad de correligionarios.

Algunos de ellos son Roberto Maccio, subsecretario de Comercio e Industria -quien hoy es delegado a la Junta Central del radicalismo de La Plata-; Hector Vazquez, subsecretario de Producción y convencional provincial del partido; Virginia Saavedra, directora general de la Secretaría de Producción y militante de Rapaca en La Loma.

Se suma Gustavo Staffolani, director de Pymes, referente de la Juventud Radical de La Plata; Rubén Barceló, director de Capacitación y Fiscalización; Carlos Busso, director hortícola y militante de la sección quinta de la UCR de la Plata; Cesar Camacho, director de Industria y Parques Industriales e integrante Cantera Popular UCR; y Lorena Ben, directora de Centros Comerciales y militante del radicalismo de la sección Novena de La Plata.

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