El viernes la ciudad quedó cubierta por una fuerte tormenta de lluvia, viento y granizo que destruyó todo a su paso. En contacto con este medio, el hombre a cargo del área de Hidrometeorología local, Mauricio Saldívar, explicó que se trató de una “supercelda”, una de las peores formas de tormenta.
La supercelda que se llegó en La Plata se había formado a las 18.45 a unos 100 kilómetros al oeste de la ciudad. La misma tenía dirección sudoeste, pero después de las 19.15 comenzó a cambiar su trayectoria hacia esta zona.
“Se caracterizan por un desplazamiento relativamente rotativo, por lo que son las tormentas que suelen provocar los tornados; por estar cargadas de agua y granizo, por lo que son sumamente destructivas; y también por ser repentinas, porque este tipo de fenómenos no da más de 30 a 40 minutos de preaviso, que es muy poco tiempo”, detalló el meteorólogo a 0221.com.ar.
La brutalidad de la descarga fue lo que causó las violentas ráfagas de viento que provocaron voladuras de techos y la caída de unos 500 árboles en toda la ciudad: "Cuando el agua y el granizo caen, desplazan el aire que tienen debajo hacia la tierra y eso provoca lo que se conoce como 'downburst', una corriente de aire violenta y explosiva", detalló el funcionario.