martes 07 de enero de 2025

Campañas, mercado de pases y técnicos: números de la gestión de Pellegrino en Gimnasia

Tras la salida de Pedro Troglio, la comisión directiva tripera quedó en el ojo de la tormenta. Cuatro ciclos de entrenadores interrumpidos, incorporaciones poco efectivas y una cosecha de puntos que lo tienen al Lobo penando en la tabla de promedios. A meses de que termine su mandato, el análisis de lo hecho en lo futbolístico es al menos preocupante.

Hablar de la vida institucional de un club resulta bastante amplio y obliga a que se haga foco en muchos aspectos como el económico, el deportivo, político y social, entre otros. En este caso, la intención es reflejar números y aristas de la faceta más importante del deporte en Gimnasia: el fútbol. Y dar cuenta de lo conseguido en los últimos 26 meses por Pellegrino y compañía, dará un resultado que marca un déficit futbolístico por donde se lo mire.

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Cuatro ciclos de entrenadores interrumpidos antes de tiempo. 74 puntos de 195 posibles por torneos locales, redondeando una efectividad promedio de 37.95%. Eliminación en semifinales de la Copa Argentina 2015/16, 32avos de final en la edición 2017 y finalista en 2018; sumado a la eliminación en primera fase de la Sudamericana 2017. Al traer refuerzos, siempre se ajustó al presupuesto de la institución y lo que implica estar con el club concursado, acertando con algunos jugadores que llegaron como apuestas, pero errando en muchos nombres que pasaron sin pena ni gloria. A esto se le agrega el polémico manejo con algunos ídolos de la historia tripera reciente, como Chirola Romero, Lucas Lobos y hasta el propio Pedro Troglio. Puntos a favor y en contra de una CD que no deja de sorprender y que transita la recta final de su periodo.

CAMPAÑAS Y TORNEOS DISPUTADOS

Gabriel Pellegrino asumió un 29 de noviembre del 2016, destronando a Daniel Onofri y tomando las riendas del club con el equipo dirigido por Gustavo Alfaro. La gestión tuvo su debut en la semifinal de la Copa Argentina 2015/16, frente a River. En el estadio Bicentenario de San Juan, el Lobo quedó eliminado del certamen y fue la primera mala noticia para la flamante dirigencia.

Por aquel momento se estaba jugando el Torneo de Primera División 2016/17 y el Lobo deambulaba por la mitad de la tabla, en 11 fechas disputadas. En las 19 jornadas restantes de ese campeonato, el equipo mens sana cosechó 29 puntos, producto de 9 victorias, 8 derrotas y 2 empates. Con estos números, Gimnasia terminó en la posición 13, con 43 unidades y siendo dirigido interinamente por la dupla Martini-Messera, tras la salida de Alfaro pos clásico. Cabe destacar que en ese lapso de tiempo, también el conjunto tripero padeció la eliminación, en primera fase, de la Copa Sudamericana, luego de empatar ambos encuentros frente a Ponte Preta. Además sufrió un duro cimbronazo al perder ante Defensores de Villa Ramallo, por los 32avos de final de la Copa Argentina 2017.

El siguiente torneo local, ya con Mariano Soso en el banco de suplentes, fue la Superliga 2017/18. La irregularidad y mal funcionamiento del equipo, hizo que pasaran tres cuerpos técnicos (Soso, Facundo Sava y el interinato de Ortiz). La cosecha de puntos en las 27 jornadas disputadas fue de 27 puntos, con un total de 7 victorias, 6 empates y 14 derrotas. El Lobo terminó en el puesto 23 de la tabla de posiciones y su situación con los promedios ya era preocupante.



Analizando el contexto, Pellegrino decidió contratar a Pedro Troglio y así afrontar una nueva temporada. Los números no iban a mejorar y el único punto positivo y de mayor alegría en el ámbito deportivo de la actual gestión, fue disputar la final de la Copa Argentina 2018 ante Central, algo que no se conseguía hace 25 años.

Sin embargo, en la actual Superliga el conjunto albiazul no levantó cabeza, ni tampoco mejoró su situación comprometida en la tabla de los promedios. Hasta el momento, Gimnasia sumó tan solo 18 puntos, con 5 victorias, 3 empates y 11 derrotas. Esto pareció ser el principal argumento de la CD para echar a Troglio y contratar a Ortiz.



INCORPORACIONES DE LA GESTIÓN

Sin hacer una evaluación minuciosa del rendimiento de cada una de las incorporaciones, proponemos realizar un repaso por los nombres que arribaron a Gimnasia de la mano de Pellegrino. Al hacer foco en este ítem, es imposible dejar de destacar la difícil situación económica que atraviesa la institución, que se encuentra en pleno Concurso de Acreedores y en la cual no abundan los recursos para hacer grandes derogaciones de dinero en la contratación de futbolistas.



En el primer mercado de pases, de enero del 2017 y con Gustavo Alfaro como DT, las caras nuevas que se sumaron fueron dos: Mauro Matos y Brahian Alemán. Estos dos, fueron pedidos con insistencia por un entrenador que había sufrido la inesperada partida de Maxi Meza y quería variantes en ofensiva. Ya en Junio de ese año, con Mariano Soso en la dirección técnica, los que se sumaron al plantel fueron tres nombres, uno por línea: Omar Alderete, Nicolás Colazo y Nicolás Dibble. Haciendo un balance de las incorporaciones del primer año de gestión, el resultado termina siendo equilibrado, ya que de los enumerados anteriormente, Alemán, Alderete y Colazo, fueron los que demostraron estar a la altura de las circunstancias; en tanto Dibble y Matos, no cumplieron con las expectativas.

Para enero del 2018, con Soso lejos del Lobo y con Facundo Sava al frente, se apostó por retener a algunos jugadores que habían rendido y sumar alternativas para la delantera. Es por eso que arribaron a la institución a Facundo Pereyra y Jerónimo Barrales. Ambos pasaron sin pena ni gloria y terminaron emigrando al poco tiempo y antes de que culminara su vínculo.



En junio de ese mismo año, se produjo el mayor desembarco de jugadores en lo que va de la gestión de Gabriel Pellegrino en Gimnasia. Alejandro Melo, Santiago Rosales, Víctor Ayala, Gonzalo Piovi, Mauro Guevgeozián, Sebastián Moyano, Hernán Tifner, Kévin Gutiérrez, Santiago Silva, Maximiliano Comba y Jan  Hurtado, fueron los nombres que llegaron para ponerse a las órdenes de Pedro Troglio, flamante entrenador en ese momento. La actuación de estos futbolistas fue muy dispar, con puntos altos como lo hecho por Comba, Hurtado, Piovi y Silva; y por otro lado con rendimientos muy bajos y casi imperceptibles, como los de Rosales, Tifner, Gutiérrez y Melo.

Por último, en el reciente mercado los que se sumaron fueron Franco Mussis, Brian Mansilla, Alexi gómez, Jesús Vargas y Gianluca Simeone. Sacar una conclusión sobre el rendimiento de estos cinco sería algo apresurado, considerando que recién van cuatro partidos oficiales desde que llegaron al Lobo.



A lo enumerado anteriormente, en estos años se le suman algunos futbolistas que fueron buscados por la dirigencia, pero como apuestas a futuro, tal es el caso de José Paradela, Jonathan Chacón y Lucas Miguez, sobre quienes se espera resultados más adelante en el tiempo.
Sin dudas que vale la pena mencionar que en poco más de dos años que lleva Pellegrino al mando del club, el equipo sufrió bajas sensibles y que en muchos casos todavía le cuesta encontrarle reemplazo, como es el caso de Braihan Alemán y Fabián Rinaudo.

CINCO DT Y DOS INTERINATOS EN 26 MESES

El cambio constante de técnicos al mando del primer equipo, es una característica de la cual no debe enorgullecerse la actual Comisión Directiva mens sana. Desde el 29 de noviembre del 2016 hasta el día de la fecha, en Gimnasia se interrumpieron antes de tiempo cuatro contratos de entrenadores. Además, hubo dos interinatos en el medio, el de la dupla Martini-Messera y el de Darío Ortiz.



Gustavo Alfaro fue el legado que recibió Pellegrino de la gestión de Onofri. Con Lechuga la relación se mantuvo hasta el 13 de mayo del 2017, cuando luego de haber perdido el clásico con Estudiantes, se despidió de sus jugadores en el vestuario de la cancha de Quilmes. “Cuando comencé a percibir situaciones que no me gustaban y que eran irreversibles, empecé a tomar una decisión. Me tocó llegar en un momento complejo del club y me fui en medio de un proceso de muchos cambios”, declaró luego de su partida Alfaro, haciendo referencia a algunos roces que tuvo con la comisión tripera y lo que terminaron originando en la vida del club decisiones como la de entrar en Convocatoria de Acreedores.

La dupla Martini-Messera fue la elegida para aquel interinato. Un total de 7 encuentros dirigieron los entrenadores quienes, hasta antes de la salida del hoy DT de Boca, se encontraban trabajando con la Reserva. Por el torneo ganaron 3 y perdieron la misma cantidad, aunque la peor caída la sufrieron en el cruce por Copa Argentina, frente a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, quedando eliminados en 32avos de final. Estaba claro que el Lobo debía ir a buscar un técnico y Pellegrino tuvo que elegir el primero en lo que llevaba de su mandato.

El casi desconocido y joven Mariano Soso fue el apuntado. Surgido del riñón de la escuela Bielsista, con paso por las divisiones inferiores de Newell´s y campeón en el fútbol peruano con Sporting Cristal. Su arribo a Gimnasia pareció causar una gran revolución, con cambios estructurales, de infraestructura en Estancia Chica y con una metodología de trabajo bastante particular. El debut ante Defensa y Justicia, en Florencio Varela, arrojó un 4 a 4 que sorprendió, preocupó y llamó la atención de todo el mundo tripero.

Pero, al fin y al cabo los resultados mandan en el fútbol. Tras un intenso semestre, con equipo que tenía la irregularidad como bandera y una cosecha de 4 victorias, 7 derrotas y el mencionado empate ante el Halcón, Soso dejó de ser el DT mens sana. Su partida se dio antes del arranque de la pretemporada de enero del 2018 y más allá de la campaña y los reiterados cuestionamientos a la forma de juego que tenía el equipo, el detonante principal de su partida fue la negativa que recibió por parte de la dirigencia para traer una lista de refuerzos que el técnico consideraba indispensable. El promedio del descenso ya era preocupación para el Lobo y debía salir a buscar un un nuevo comandante para el plantel.

Facundo Sava, hombre de pasado tripero y conocedor del club, fue el elegido por la Comisión Directiva. El ciclo del Colo duró lo mismo que el de Mariano Soso y con una efectividad similar. Ganó 2 encuentros, perdió 7 y empató 3. Debutó con Central en la fecha 13 y se despidió en la 24 ante Talleres, por los malos resultados y en un contexto donde todos ya tenían la mira puesta en lograr convencer a Pedro Troglio para que retornara a la institución. Aunque la dirigencia lo comunicó como algo de “común acuerdo”, desde el entorno del entrenador aseguraron que no fue así.

Restaban tres partidos para culminar aquella Superliga y con el objetivo de que Troglio iniciara su tercer ciclo como entrenador del Lobo, Pellegrino decidió nombrar a Hernán Darío Ortiz como DT interino. Dos empates, ante Boca e Independiente, una victoria frente a Newell’s y el haber promovido a jugadores de la cantera albiazul, dio un balance más que positivo para los dirigentes y quizás dejó la imagen que los impulsaría a tomar decisiones futuras.

Con Troglio todo fue intenso. “El corazón no entiende de razones”, fue una de las frases del entrenador al dejar Universitario de Perú y volver al Bosque. “Queremos armarle a Pedro un buen equipo, con refuerzos de jerarquía”, había declarado Gabriel Pellegrino a mediados del 2018 y esperando con las manos abiertas el arribo del DT. Poco de eso ocurrió.

Pedro Troglio se adaptó a la dura situación económica de la institución y a la política austera al momento de incorporar. Sin embargo, en el primer mercado de pases como entrenador se dio el mayor desembarco de jugadores en la era Pellegrino. Santiago Silva y Víctor Ayala fueron los nombres que más entusiasmaron a los hinchas, aunque el rendimiento del paraguayo fue claramente de menor a mayor. El resto se fue acomodando en el camino, pero hubo algunos como Melo, Rosales y Guevgeozián, que no pudieron dar la talla para mantenerse en el plantel.

Reconocido por el propio entrenador, la Copa Argentina los desvió del objetivo. Sin lugar a dudas que estando tan cerca de lograr algo histórico para el club, era imposible dejarlo de lado y enfocarse solamente en sacar puntos en la Superliga para alejarse de la zona roja en la tabla de promedios. El elenco mens sana llegó hasta la final de dicha copa, perdiendo por penales ante Central, y al terminarla se encontró con la cruda realidad por la que transitaba en el torneo.

Sin el sueño latente de conseguir un título y con los malos resultados que se iban dando fecha tras fecha, el fin de semana pasado la Pellegrino y compañía decidieron echar a Pedro Troglio, aunque oficialmente en un principio se haya comunicado otra cosa. Los argumentos fueron que “no se veían respuestas en el equipo” y que era momento de “dar un cimbronazo”, palabras que el presidente le dijo al DT al cortar con el vínculo.

Fue tan abrupta la salida de uno de los ídolos triperos, como la contratación de su reemplazo. A la mañana siguiente, minutos después de que Troglio se despidiera de todos en Estancia Chica, la dirigencia confirmó a el Hernán Ortiz como nuevo técnico.Era lógico que cuando yo no estuviese más, el entrenador iba a ser el Indio”, fueron las declaraciones de Pedro al día siguiente de que lo despidieran, dejando entrever que el por entonces Secretario Técnico de la institución estaba destinado a quedarse con su lugar.

“Nos ha tocado tomar decisiones que no son políticamente correctas”, dijo Pellegrino en estos días haciendo referencia a la salida de Pedro Troglio, como así también a la de jugadores históricos como Sebastián “Chirola” Romero y Lucas Lobos, a quienes hace un tiempo atrás le dijeron que querían prescindir de sus servicios, descartándolos casi con destrato.

A ocho meses aproximadamente de que termine su mandato, el actual presidente de Gimnasia ya deslizó sus intenciones de ir por una reelección. Hasta el momento, Leonel Catini es el único contrincante confirmado, pero de a poco se espera que se vayan sumando actores a la carrera por quedarse con el sillón en la Sede de calle 4. Si bien las finanzas de la institución están mejor que en otros tiempos, en materia futbolística los números no son para nada buenos y sin dudas es el costado más flojo de la gestión hasta el momento.

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