Gimnasia ya no se preocupa solamente por el promedio del descenso, ahora debe conseguir algo más que puntos: un entrenador. La abrupta salida de Pedro dejó muchos interrogantes y aunque oficialmente haya una versión, la verdad parece ir por otro lado.
Gimnasia salió al mercado de pases en la búsqueda de un delantero para reforzar el ataque y se encontró con un nombre rutilante y un viejo conocido.
“La decisión se tomó de común acuerdo entre los dirigentes del Club y el director técnico”, eso es lo que dice el comunicado expuesto por la institución tripera, minutos después de que culminara la reunión entre un grupo reducido de directivos y Troglio. Sin embargo, desde el entorno del DT aseguran que no estaba en los planes dar un paso al costado en este momento y lo que determinó la salida estuvo lejos de ser algo de común acuerdo. Pedro quería seguir, los dirigentes no querían que siga.
Las razones y motivos de la CD para ponerle fin al tercer ciclo como técnico del Lobo, no se conocen. O al menos, Pellegrino y compañía no salieron a expresarlas públicamente. “No veo respuestas en el equipo”, dicen que fue una de las frases que se escuchó en la cumbre, por parte de la máxima autoridad del club mens sana para con el entrenador. Resulta esto un muy básico argumento para decidir echar a uno de los ídolos de la institución, considerando el momento por el que transita Gimnasia y el contexto que lo rodea. Pero…si no es eso, ¿qué es?
Entre tantas versiones, hay una que suena con mayor fuerza y tiene aceptación, en ciertos puntos, de ambas partes. La relación entre Cristian Bragarnik, empresario líder actualmente del fútbol argentino, y Gabriel Pellegrino es más que buena. El representante y el presidente tripero, vienen trabajando en conjunto y teniendo acercamientos para llevar a cabo en el club, algo similar a lo que ocurre en Defensa y Justicia, Arsenal, Racing, entre otros. Desembarco masivo de jugadores y cuerpo técnico, representados todos por el propio Bragarnik. Una historia que se repite cada vez más, aunque no por eso es menos polémica.
“¿Qué pasa con Bragarnik? ¿Qué pasa, la c…?”, fue lo que gritó a los cuatro vientos Pedro Troglio en medio del encuentro que estaba disputando su equipo ante el Halcón de Varela. Más claro, imposible. Estos dichos no cayeron para nada bien en la mesa chica de la dirigencia albiazul, y según lo que trascendió, tampoco en el entorno del empresario, quien públicamente sostuvo: “Tengo una gran relación con Pedro, pero se equivocó”. Minutos después de estas declaraciones del empresario en Radio La Red, el Lobo se quedaba sin DT, y como dice el dicho popular: “A buen entendedor, pocas palabras”.
Hasta que el presidente hable con los medios, explicando las razones y motivos de la partida de Troglio, y hasta aun cuando lo haga, muchos hinchas e integrantes del mundo tripero asociarán la salida del técnico, con la injerencia que puede haber tenido y la presión que pudo haber ejercido Cristian Bragarnik, sobre Pellegrino y compañía.
De una manera u otra, a seis fechas para el final de la Superliga y cada vez más cerca de la zona roja de los promedios, el plantel de Gimnasia se encuentra acéfalo. La excusa de no ver “respuestas en el equipo” y lo del “común acuerdo”, parecen quedar de lado y arriba de la mesa se empiezan a ver las cartas de una jugada en la cual, los de afuera no son de palo y tienen influencia directa en lo que ocurre en el paño.