"El toxorhynchites es un mosquito que tiene un tamaño diez veces más grande que los de las especies más comunes y que se alimenta de las larvas de los otros mosquitos, incluido el Aedes aegeypti", explicó Juan José García, investigador del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE), al portal Infoblancosobrenegro.
Según el investigador, esta especie se encontró en Punta Lara pero seguramente esté "en muchas otras partes", ya que vive "en los agujeros de los árboles donde se acumula agua". "En otros lugares del mundo se han hecho experiencias de liberaciones controladas para combatir a los demás mosquitos", precisó el zoólogo y doctor en Ciencias Naturales.
El experto explicó que está sucediendo "un cambio de paradigma” en el control de plagas, ya que "el mundo exige restringir la utilización de químicos" y en cuestión de tiempo esto debería terminar instalándose en nuestro país. "En Europa se están poniendo cada vez más estrictos y muchos productos argentinos están teniendo problemas para ingresar. Para evitar los químicos vamos a tener que utilizar productos biológicos que son amigables con el medio ambiente. Pero hay que saber que los efectos son mucho más leves, por lo que hay que trabajar con mayor conciencia y a largo plazo hasta lograr un nuevo equilibrio", remarcó García.
Hoy es posible utilizar la especie de mosquito hallada en Punta Lara para combatir a las demás especies de este insecto, aunque el especialista agregó que "hay que investigar cuántos mosquitos liberar y cómo hacerlo, además de utilizar otras estrategias".
Otra alternativa para combatir a los mosquitos sería "sembrar mojarritas en las zanjas donde se acumula agua", ya que "en esos lugares son abundantes las larvas de mosquitos, sobre todo de la especie nocturna que identificamos por su zumbido mientras intentamos dormir (Culex pipiens)". "Esas mojarritas son muy efectivas como agente de control biológico porque se comen todas las larvas y cuando no hay más se alimentan de las algas. Esto lo comenté hace tiempo a la Municipalidad y a la Provincia con la idea de sembrar esos peces en zanjas y también en piletas de natación cuando están en desuso", aclaró el investigador de la CIC.
Por otra parte, explicó que "todos los animales y las plantas tienen enfermedades parecidas a las de los humanos: los mosquitos padecen virus y bacterias que los matan. Uno de los principales insecticidas para mosquitos es producido en base a una bacteria del suelo encontrada a fines de los ’70 en Israel. En Argentina se utiliza mucho para el control de larvas y es totalmente inocuo para el medioambiente".
"Nosotros buscamos, desde hace muchos años, otras alternativas biológicas para combatir a los mosquitos y los jejenes. Lo mejor que encontramos fue un hongo acuático llamado Leptolegnia Chapmanii, que también fue hallado en la zona de Punta Lara. Hemos demostrado, después de muchos estudios, que afecta exclusivamente a larvas de mosquitos", destacó.
Y cerró: "En los ’60 se hizo una guerra química contra el Aedes aegeypti por el tema de la fiebre amarilla y se logró erradicarlo de casi todo el continente. Pero después las acciones no se siguieron y el mosquito se volvió a instalar. Ahora, además es el vector principal de dengue, zika y chikungunya”.