miércoles 18 de septiembre de 2024

Pellegrino deja al Lobo en zona de descenso, sin Maradona y con un caos político

Mientras transita sus últimos días al mando de la institución, el actual presidente Tripero se encuentra en el foco de la tormenta. El balance de su gestión es negativo en casi todos los aspectos y las críticas se agudizan viendo la complicada situación futbolística por la que atraviesa el equipo.

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Finalmente el próximo sábado habrá elecciones en Gimnasia. Tras innumerables idas y vueltas, y con un fracaso rotundo de la unidad, son dos listas las que están en carrera para la presidencia del Lobo. Sin embargo, la noticia llamativa es que el oficialismo no será parte de la contienda y Gabriel Pellegrino se aleja de la política albiazul. 

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El actual presidente transita sus últimos días de gestión, la cual fue claramente de mayor a menor y en donde los malos resultados deportivos depositaron a Gimnasia en el fondo de la tabla de promedios. Sin dudas, las decisiones tomadas por la actual comisión directiva en el aspecto futbolístico no fueron las más acertadas. 

Pellegrino fue electo el 27 de noviembre del 2016. Desde aquel día a hoy pasaron por el Lobo 6 técnicos: Gustavo Alfaro, Mariano Soso, Facundo Sava, Pedro Troglio, Darío Ortiz y Diego Maradona. A ellos se le agregan los interinatos de Martini y Messera, en varias de las transiciones entre un DT y otro. 

Durante estos tres años de gestión el equipo disputó 102 partidos, con una efectividad del 39,5%. En todo este trayecto fueron las penas, que las alegrías. De la mano de Troglio el elenco mens sana llegó a jugar la final de la Copa Argentina, siendo eso el logro deportivo máximo esta comisión directiva. Tras perder en Mendoza, la crisis se profundizó hasta llegar a la situación actual. 

Cuando asumió Gabriel Pellegrino Gimnasia se encontraba en el décimo puesto de la tabla de promedios y hoy se aleja del club dejándolo en la última posición con la urgencia y necesidad de sumar puntos de inmediato. 

Además de la debacle deportiva, agravada también por erráticos mercados de pases, se le agrega el caos político en el que se encuentra inmersa la institución. En esta última etapa de su gestión, Pellegrino se aferró a la figura de Maradona para realzar su imagen, causando una verdadera revolución en el Mundo Tripero, de la cual Gimnasia no sacó mucho provecho. 

Los números y supuestos beneficios que algunos dirigentes aseguraron que traería consigo el “fenómeno Maradona”, no se vieron reflejados en ningún momento y tras la renuncia del Diez, difícil será que los socios sepan si el Diego le generó pérdidas o ganancias al Lobo. 

Estos manejos y muchas actitudes al momento de llevar adelante su función, dejaron a Gabriel Pellegrino rodeado por unos pocos miembros de comisión directiva, evidenciando una fractura clara en el oficialismo.

Sus cambios de opinión durante la previa a las elecciones, fue el principal motivo para que la tan ansiada unidad no sea posible. La mayoría de los actores de la política tripera ponían reparos o límites al momento de integrar una lista con Pellegrino. A pesar de aferrarse a su vínculo y relación con Maradona, nada le alcanzó al actual presidente para lograr ser parte de la próxima gestión. 

Un verdadero caos político que terminó con el ciclo de Diego y que lo dejó a Gimnasia naufragando, a tres partidos de terminar el 2019 y con enfrentamientos en el horizonte ante rivales directos. Un panorama al menos preocupante. 

Si hay que destacar algo de Pellegrino y compañía, es el orden financiero que logró durante este tiempo. Tras la polémica decisión de entrar en el Concurso Preventivo de Acreedores, la deuda del club se redujo de forma considerable. A su vez, se acordaron la mayoría de los juicios que tenía la institución con ex jugadores y técnicos, como así también de ex empleados. En este sentido el Lobo encontró el rumbo y no sumó nuevos problemas de ese estilo.  

De esta forma, Gabriel Pellegrino empieza a despedirse de la presidencia sin dejar claro aún las deudas que tiene la institución en la actualidad y tampoco qué sucederá con la famosa “deuda post concursal” que tanto preocupa a los directivos que vendrán.  

El próximo sábado Gimnasia Grande y Convergencia Gimnasista lucharán por quedarse con el sillón de calle 4, habiendo firmado un acta en la que se comprometen a trabajar unidos, gane quien gane. Mariano Cowen (Gimnasia Grande) o Salvador Robustelli (Convergencia Gimnasista) ocuparán el lugar de Pellegrino con el objetivo primordial de salvar al Lobo del descenso y mantenerlo de pie en la Primera División.

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