Organizaciones sociales, políticas y sindicales marcharon este jueves a la Municipalidad -12 entre 51 y 53- para reclamar contra el despido de cooperativistas que realizan tareas de limpieza y mantenimiento en distintas zonas de La Plata.
Sin embargo, el secretario de Coordinación municipal, Oscar Negrelli, advirtió en diálogo con Radio La Redonda que "lo que hay es una necesidad de cuidar los fondos que son de todos los platenses" y sostuvo que las cuadrillas "van a estar trabajando normalmente. Si uno va a las delegaciones de los barrios se va a encontrar con la gente trabajando", afirmó el funcionario.
Además, aseguró que las protestas surgieron "cuando el director del Casco Urbano, ante denuncias de vecinos de que no veían a los cooperativistas a la noche en el turno que les correspondía con el barrido y limpieza, generó un cambio para una mayor cantidad de controles".
"En el Palacio Municipal nos llama mucho la atención que un dirigente del kirchnerismo que se apropió de una cooperativa que da las altas y las bajas, esta persona que decide quien trabaja y quien no trabaja, antes de hacer una reunión con las autoridades municipales, realiza una conferencia de prensa con Florencia Saintout, que perdió recientemente por más de 10 puntos", expresó el funcionario.
Por su parte, en un comunicado de prensa, quienes convocaron a la marcha advirtieron que es "en rechazo a los despidos de más de 500 cooperativistas que llevó adelante la gestión de Julio Garro, como también de trabajadores de la salud municipales, entre ellos una delegada de ATE". Además denunciaron "decisiones arbitrarias e insensibles ante la difícil realidad que se vive en los barrios populares de la Ciudad", por parte del gobierno municipal.
Sin embargo, Negrelli insistió en que "el intendente no está dispuesto a que esta cuestión se partidice. Estamos en un momento de situación económica donde nadie va a jugar con el trabajo de nadie. Y como tenemos que rendir cuenta, tenemos que rendir cómo se gastan los fondos públicos. Nos manifestó la idea de una reconversión de cooperativistas en un voluntariado social para la capacitación de atención de riesgos, con talleres en cada barrio, que puedan hacer un trabajo efectivo y real, capacitándose, a través de un trabajo con la Universidad. Hay un intento de desvirtuar controles, de que la gente haga por lo que se le pague. El que no trabaja no cobra", sintetizó.