El detallado informe recoge análisis barrio por barrio y hasta cuadra por cuadra, para determinar cuáles son los pasos a seguir por esta y las futuras gestiones municipales para hacerle frente a los fenómenos climáticos severos y evitar, por caso, una inundación como la que causó la trágica muerte de al menos 89 personas durante la noche del 2 y la madrugada del 3 de abril de 2013.
El estudio, encabezado por ingeniero hidráulico y docente de la UNLP, Pablo Romanazzi; será entregado a la Municipalidad, representada por el intendente Julio Garro; en la sede del flamante Comité de Emergencia de 532 y 119, desde donde se lleva a cabo un monitoreo permanente de las condiciones climáticas y sirve de centro de mando ante cada alerta por el desmejoramiento del clima.
Voceros comunales indicaron que el trabajo "apunta a proteger la vida de los ciudadanos, mitigar los daños en la infraestructura urbana y las propiedades públicas y privadas; y educar y organizar a la comunidad para mejorar su capacidad de prevención ante el riesgo hídrico.
Según se informó, además, el acuerdo contempla medidas e instrucciones precisas sobre la ocupación responsable del territorio, protocolos barriales y diferentes cuestiones vinculadas a la urbanización. En esa línea, permitirá avanzar en el desarrollo de una región adaptada a los fenómenos producidos por este tipo de eventos hidrometeorológicos y reducir el riesgo.

Fundamentalmente, el nuevo "Plan de Reducción del Riesgo de Inundaciones" le permitirá al Municipio optimizar los protocolos de actuación y anticiparse a la asistencia, barrio por barrio; así como coordinar tareas conjuntas con otros organismos, ya sean estatales o no.