Los Reyes Magos visitaron el servicio de Pediatría y la sala de espera del Servicio de Emergencias del Hospital San Roque de Gonnet y provocaron la alegría de los niños ahí internados. Llegaron con su bolsa cargadas de regalos y luego continuaron con su recorrida por los barrios. Pero detrás del gesto solidario está la historia de uno de ellos, que hace unos años sufrió un accidente por el que tuvo que ser atendido de urgencia por los médicos del centro asistencial. La consecuencia fue una relación de afecto y agradecimiento eterno.
"Gracias por este hermoso gesto de amor, Marcelo Ramos, Martín Gutiérrez y Sebastian Guzmán, escribió en las redes sociales Graciela Badín, la directora asociada del centro asistencial. Ella, cuando era jefa de emergencias, recibió en la guardia a Marcelo, quien había sufrido un duro golpe al caer de una gran altura mientras podaba un árbol.
Según explicó Marcelo a 0221.com.ar, la idea de salir como Reyes Magos surgió hace 14 años, un 3 de enero en una cena de amigos que vieron la necesidad de "marcar cual es el verdadero significado de los reyes, que no es una comprar compulsiva de regalos". Se pusieron en campaña y en tres días hicieron el primer show en la Plaza Belgrano de City Bell, en donde con la ayuda de los Bomberos Villa Elisa que les prestaron el autobomba, del Batallon 601 que puso la cocina de campaña y la colaboración de comerciantes de la zona que proporcionaron juguetes.
Al año siguiente vieron la necesidad de hacer lo mismo con los chicos que no podían ir al show en la plaza porque estaban internados. Fue entonces que empezaron a concurrir a los hospitales Gonnet y de Niños.
"No somos solo tres reyes somos un grupo que brinda su tiempo buscando juguetes reparándolos, armando las bolsitas con caramelos", cuenta Marcelo. Quien agrega: "La idea no solo consiste en dar un juguete sino en estar, dar un abrazo y un mensaje de esperanza y Paz en ese momento difícil que uno pasa en el hospital". Los tres trabajan también con la iglesia de Gorina de 486 entre 135 y 136.
Agrega que como le tocó estar internado "sabemos lo que es estar en sus zapatos". Hace cuatro años Marcelo se cayó desde seis metros de altura y se fracturó tibia y peroné. "Cuando llegue al hospital me atendieron de maravillas", recuerda y por eso hoy vuelve agradecidos.
