La Justicia platense volvió a sacudirse con una nueva detención en lo que tiene que ver con la causa de la megabanda criminal. Luego de la caída de César Melazo, esta mañana quedó arrestado el exfiscal Tomas Moran: sospechan que también protegía al grupo de policías, ladrones y barra bravas que operaba en La Plata y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Un hombre de 55 años fue retenido por pasajeros y luego detenido en la estación de trenes de Villa Elisa, acusado de masturbarse en una formación del Tren Roca.
Un hombre de 61 años fue atacado en su casa de Ensenada por dos delincuentes armados. Lo ataron, lo amenazaron y escaparon con 15.000 dólares y alhajas.
Tal como contó 0221.com.ar, el operativo se desplegó desde muy temprano en la imponente casa del exfuncionario judicial en Villa Elvira, a la que llegaron gran cantidad de patrulleros luego de la orden de la fiscal Betina lacki.
Morán escuchó los cargos que le imputan y los oficiales de la Policía Federal siguieron con la recorrida de la vivienda, situada en una zona de quintas y a pocas cuadras del aeropuerto local.
Al igual que el exjuez Melazo, el jubilado fiscal reside junto a su familia en una fastuosa propiedad, con grandes espacios y lujos. A su vez posee varios vehículos: en las imágenes se puede ver al menos una camioneta y un auto.
Cabe destacar que la casa del funcionario ya retirado del Fuero Penal de La Plata -imputado por el delito de asociación ilícita- ya había sido allanada el mismo día que arrestaron al polémico exmagistrado.
Tomas Alberto Moran estuvo durante más de 10 años al frente de la Unidad Funcional de Investigación 2 de La Plata, despacho que ocupó desde el año 2002 hasta 2014, cuando fue desplazado.
Entre sus casos más resonantes estuvo al frente de la investigación por el crimen de Sandra Ayala Gamboa, asesinada en una dependencia pública de La Plata. Tras una marcha dentro y escrache del edificio de fiscalías, el expediente fue girado (por orden superior) al entonces fiscal Fernando Cartasegna, quien en menos de un mes esclareció el caso que llevaba años paralizado. Moran se negaba a realizar un análisis de ADN solicitado por la madre de la víctima, que fue la llave para atrapar al asesino.