Tras luchar contra una crónica enfermedad y a días de hacerse efectivo su traslado a un santuario de elefantes en el Mato Grosso brasileño, Pelusa dijo adiós a sus 52 años de vida. Al conocerse la triste noticia, la Municipalidad de La Plata decidió construir un altar en el Bioparque, donde descansan sus restos y cientos de platenses le rinden homenaje a diario.
El monumento tiene una escultura de la elefanta, con una estética que evoca y recuerda a una pintura hindú. La placa cita el día de nacimiento y el de su deceso, al tiempo que declara a Pelusa como “Emblema Platense”.
“Acompaña su alma todo el amor de tu manada humana”, es la frase que despide a la elefanta que durante años fue una de las principales atracciones del zoológico local. Ahora cientos de platenses se toman unos minutos para ir a colocar una flor y recordar al amimal.

El altar está ubicado en el lugar donde Pelusa vivió durante su estadía en La Plata y donde ahora se encuentra su cuerpo. La triste noticia despertó el amor de los platenses por la elefanta y puso en el foco cuáles son los cuidados que reciben los animales que viven en el Bioparque de la ciudad.