Por Mariana Sidoti
Por Mariana Sidoti
“El vecino necesita que lo escuchen”, repite Guillermo Escudero antes y después de su entrevista con 0221.com.ar. Con esa fórmula, ligada al psicoanálisis y que pone en práctica cada vez que sale de recorrida por los barrios de la ciudad, justifica lo impersonal de su despacho -las paredes vacías, sin cuadros ni diplomas ni fotos familiares-: dice que pasa más tiempo afuera que adentro del Palacio legislativo, donde ocupa una banca como legislador por La Plata. Su horizonte para el 2019, sin embargo, es la intendencia de la ciudad.
Es psicólogo de profesión y militante peronista, combinación que lo llevó en el 2008 al gabinete municipal de Pablo Bruera para encabezar la dirección de Adicciones. Cinco años más tarde, con la promesa de la policía local todavía incipiente, quedó al frente de la entonces flamante secretaría de Seguridad, un área creada en sintonía con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el exgobernador Daniel Scioli. Allí, con altas y bajas, permaneció durante los últimos cuatro años de gestión bruerista.
En 2015 la derrota del peronismo parecía haberlo dejado fuera de juego. Sin embargo, en 2017 terminó en el segundo lugar de la lista “de unidad” peronista, con la ultra K Florencia Saintout encabezando la nómina. Debajo de su nombre asomaba el de la sindicalista Susana Mariño, referenciada con el gremialista y ex dueño del Diario Hoy Marcelo Balcedo, hoy detenido. Y aunque ella no entró a la cámara baja, su figura motivó la sospecha –casi a gritos- de que el financiamiento de campaña del peronismo provenía de SOEME, el gremio investigado por la Justicia federal.
Su inclusión en la lista, aducen dirigentes peronistas, tuvo que ver con evitar el apellido Bruera que ya venía vapuleado desde la inundación en 2013. El peronismo local debía lograr la unidad de sus dos grandes vertientes, La Cámpora y el PJ, y Escudero fue el hombre del riñón bruerista que jugó ese rol. Sin embargo, apenas dos meses después de asumir abandonó su bloque para irse al PJ Unidad y Renovación, que responde al justicialismo y los intendentes peronistas de la provincia.
La primera señal de su pase ocurrió ya en diciembre, pocos días después de su asunción, con la votación de la reforma previsional del Banco Provincia. Durante la entrevista con este medio, el legislador nombró varios conflictos laborales en los que participó activamente “a favor de los trabajadores” pero no nombró aquel, siendo que el gremio La Bancaria se encargó de visibilizar su repudio con marchas, manifestaciones y gacetillas de prensa hasta el día de hoy. Aquel 19 de diciembre, Escudero pegó el faltazo y evitó manifestarse tanto a favor como en contra de la medida: la bancada de Unidad Ciudadana se retiró para dejar al oficialismo sin quórum y el PJ Unidad y Renovación permaneció en el recinto –aunque votó en contra del proyecto- permitiéndole a Cambiemos lograr su cometido.
Aunque al ser consultado por el carácter dialoguista de su bloque, Escudero retruca la apuesta y le pasa la pelota al kirchnerismo más acérrimo, referenciado con quien otrora fue su compañera de fórmula. Saintout, también entrevistada por 0221.com.ar, ratificó sus intenciones de ir hacia la intendencia en 2019. Si, por el contrario a lo que pide Escudero, el peronismo no logra “resolver las tensiones internas”, el año próximo podrían medirse en un escenario peronista que a julio de 2018 ya rebosa de candidatos.
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BIO. Nació en La Plata y creció en el barrio Policlínico, a pocas cuadras de la zona Roja y el barrio El Mondongo. Estudió Odontología cuatro años, abandonó y se anotó en Psicología, donde se recibió primero de profesor y después de licenciado. Atendió en su consultorio particular y trabajó en instituciones relacionadas al consumo de drogas hasta fines del 2008, cuando quedó al frente de la dirección de Adicciones de la Municipalidad. Está casado con una psicopedagoga y tiene dos hijas: Juana de 16 y Elisa de 14.
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¿Qué balance hace de su gestión como funcionario en la Ciudad?
Cuando empezamos me preguntaban cuál era la relación entre mi formación y recorrido como militante y un área que siempre estuvo vinculada, desde el advenimiento de la democracia en 1983, a una formación en las fuerzas de seguridad. Eso generaba cierta desconfianza o incertidumbre, que un psicólogo estuviese a cargo de un área como esta.
Uno de los fenómenos más importantes era el reclamo de la gente: durante mucho tiempo y actualmente, el reclamo de la gente se canaliza a través de asambleas de seguridad. Recién a mediados de 2014 Daniel Scioli decretó la creación de la policía local, así que durante todo ese tiempo fuimos trabajando la relación con los vecinos.
En eso aparece la policía local y nosotros siempre la pensamos como una herramienta que debía perfeccionarse y capacitarse, pero fue un elemento donde pusimos mucho trabajo, para que hubiese una interacción entre todo lo que construimos en 2013 y 2014 para continuarlo con ellos.
Eso, más allá de alguna situación puntual respecto del desvío de su función, permitió un orden que se rompe en 2015. Uno mira los datos de la Procuración de la Provincia por el departamento judicial de La Plata y ve la cantidad de IPPs. En 2014, números más números menos, hubo 55.500 IPPS iniciadas; en 2015 hubo 55.400; en 2016 esto aumenta a 61.500 y en 2017 se va a 65.500.
No estoy haciendo una defensa de la policía local porque no es ese el objetivo. Pero se construyó un trabajo que se debía continuar y se rompe en 2015, ni el ministro de Seguridad ni la gobernadora estuvieron nunca de acuerdo con la policía local y hoy La Plata tiene menos agentes.
Hubo cerca de 400 desafectados, ¿cree que no se deberían haber ido?
Yo digo que no. En todo caso debería haberse profundizado la capacitación y formación. Yo he estado con algunos. La Plata tuvo la primera promoción de 731 policías en marzo de 2015 y la segunda de 350. Eso te da un total de 1081. Si ahora hay 750 en funciones hubo una reducción de personal, con dos ideas: por un lado no estaban de acuerdo, ellos siguen diciendo "la policía electoral de Scioli", y por otro lado la cuestión presupuestaria.
En 2016 el intendente decreta la emergencia en Seguridad y subejecuta el presupuesto en un 30%. Sobre 296 millones gasta 200 y 96 los gasta en otro lado. En 2017, ya con presupuesto propio, aumenta el presupuesto a 425 millones y 140 (un 30%) no lo utiliza en Seguridad.
También aumentaron las denuncias, hay menos presencia policial -debajo de las sugerencias de estándares, que es 300 policías cada 100.000 habitantes. En La Plata hemos descendido en lo que es función preventiva: pasamos de 325 a 250 cada 100.000, promedio. Y a su vez la cantidad de patrulleros que necesita la ciudad no está en el 60% en el mejor de los casos. Y se han tomado decisiones de en dónde gastar que son erróneas: por ejemplo haber invertido en volcar personal en las casetas de seguridad en algunas plazas.
Es una de las medidas más visibles de la gestión Garro...
La dinámica del delito exige medidas que pongan los recursos en una función activa y no pasiva. Esas casetas y el recurso ahí es pasivo. Sumando la cantidad de Km2 donde están ubicadas -hay un cuadrado perfecto entre la plaza Matheu, la de 1 y 38, 25 y 38 y 25 y 66, los puntos equidistantes, y después todo adentro- son 11,4 Km2. La Plata tiene 992. Es la ciudad partida en tres: plaza Moreno y diez cuadras a la redonda; el resto del casco y el resto de la ciudad.
¿Cómo ve la ciudad?
Se han profundizado los problemas, uno de los más grandes es la basura. La separación en origen dejó de hacerse, ya no hay más cuidado del medioambiente. Por otro lado, en cualquier barrio -incluso en el casco- uno ve los problemas y deficiencias en cuanto al tema de la basura.
La otra cuestión que vemos en franca decadencia es el estado de las calles. Hoy el tema de los baches la ciudadanía lo tiene como uno de los principales reclamos, y vemos cierto desconocimiento para resolver el problema. Además está el tránsito. Y yo no digo que estos problemas sean de este gobierno, pero hay indicadores de que el problema se va agravando.
Garro denunció que los Bruera dejaron la ciudad sin recolección de basura...
Cuando se dio el cambio de gobierno y la gente efectivamente votó porque quería un cambio, ese cambio debía sostenerse con un discurso pero también con la gestión. Durante mucho tiempo se sostuvo únicamente en las palabras: "recibimos un país quebrado", "nos dejaron la ciudad estallada", "la provincia está dinamitada", etcétera. Eso era parte de sostener la expectativa de cambio que la gente había votado.
A casi tres años de gestión, el cambio no se sostuvo ni en la política económica nacional ni en la provincia ni en la ciudad. El intendente no ha logrado sostener en la gestión su idea de cambio. Los principales problemas de la ciudad se han profundizado, en un contexto económico que nos atraviesa a todos y que plantea un escenario de mucho malestar, bronca, enojo. Los vecinos están decepcionados, disgustados.
¿Hacen una autocrítica después del 2015?
Por supuesto. Lo que nos pasó en 2015 no es únicamente mérito de Cambiemos. En la unidad mínima de organización que es una familia, existen tensiones y conflicto. No solo existen sino que es necesario que existan. Cómo se resuelvan esos conflictos y tensiones va a dar la pauta del grado de salud o no de esa familia. El peronismo en los últimos años, esas tensiones internas no las pudimos resolver. Ni administrar saludablemente.
Entonces fuimos a escenarios donde terminamos confrontando de una manera muy violenta y agresiva entre los propios compañeros. En La Plata pasó, ni hablar de lo que pasó en la provincia. Ese es un primer elemento que tenemos que pensar de cara a lo que viene: si queremos volver a generar confianza en la gente y vincularnos con sectores que en la última elección no nos han votado, no podemos exponer permanentemente esas tensiones como elemento de gestión.
¿Cuál es su rol en la Legislatura?
Estoy en cuatro comisiones, en dos como vicepresidente: Servicios Públicos y Seguridad y Asuntos Penitenciarios. Esta semana justamente presentamos un proyecto de tarifa productiva, trabajado con otros diputados del bloque, el PJ boanerense, asociaciones y el sector productivo de la ciudad. Sabemos que el oeste de la ciudad es el principal cordón flutiflorihortícola de la provincia; hoy el problema que ellos tienen por el incremento de las tarifas incide directamente en su trabajo, porque además están en un escenario donde los insumos están dolarizados y hay una caída del consumo.
El proyecto prevé que tengan una tarifa diferenciada, algo que no va a resolver el problema, pero está pensado para las pequeñas Pymes y producciones familiares. Esto no quiere decir que la Provincia o el Estado tenga que subsidiar, lo que decimos es que la empresa gane menos.
Otro tema que nos preocupa es el grooming, en la fiscalía de Delitos Informáticos hubo 8 mil denuncias en 2016, y más de 25 mil en 2017 (a nivel nacional). En nuestro bloque estamos trabajando en los temas que tienen que ver con las fuentes de laburo: El Cruce, Télam, el Turf. Generando leyes para que sectores que están siendo perjudicados puedan tener menos tarifas, y peleando contra medidas como la resolución 1353 de la Dirección General de Escuelas respecto de los equipos de orientación escolar. Presentamos un proyecto para que directamente se retrotraiga.
¿Cuál es su relación con el bloque de Unidad Ciudadana? Ellos acusan que el bloque del PJ - Unidad y Renovación es más dialoguista con el gobierno...
Con los compañeros de Unidad Ciudadana, incluso con Florencia, nos hablamos y tenemos la responsabilidad de trabajar en todas estas cuestiones que decía recién. Ahora, para mí el único funcional al gobierno es aquel que habla mal de un compañero, teniendo en cuenta que las tensiones internas las tenemos que resolver.
Yo estoy en un bloque referenciado con el PJ de la provincia y tenemos un lugar claro: estamos en contra de este gobierno, todos nuestros proyectos tienen que ver con esto. En cada situación donde se generó un conflicto hemos estado acompañando a los trabajadores, tenemos un lugar asumido: en defensa de todos aquellos a los que este gobierno está golpeando, vulnerando en sus derechos. Y no encontramos otra manera de hacerlo que caminando, yendo a visitar a los vecinos. Por eso suelo estar poco tiempo acá.
Dijo que le gustaría ser intendente. ¿Qué medidas tomaría al asumir la gestión?
Sacaría las vallas. Cambiemos las sacó porque se venía el Tedeum y asumía el nuevo obispo; fue una puesta en escena y ahora las volvieron a poner. La Municipalidad tiene que ser la casa de los platenses, que la Municipalidad esté vallada es una imagen de la distancia que se pone entre la gestión y la gente.
Creo que hay que trabajar mucho en el tema de la seguridad, cada vez más los vecinos se organizan entre sí a espaldas del Municipio para ver qué medidas pueden tomar. Si uno recorre la ciudad a la noche ve que hay muchas luces azules titilando, y eso es porque los vecinos contrataron alarmas. Me parece que es una situación muy preocupante sobre la que hay que actuar. Hay que estudiar, prepararse, no se pueden tomar decisiones al azar.
También está el tema del trabajo, la ciudad tiene índices muy complicados. Hay que generar políticas de empleo, tenemos que dar un salto en ese sentido porque hay un potencial enorme. Y después está el espacio público que tiene varias cuestiones: el tránsito, la basura y el estado de las calles.
¿Competiría con Florencia Saintout siendo que ambos ingresaron a la Legislatura en la misma lista?
Bueno... Yo sí quiero ser intendente y vamos a trabajar para eso, aunque nuestra primera obligación la tenemos acá en la cámara de Diputados. Esto no es un anuncio, uno tiene que estudiar, reunirse con gente que conozca de seguridad, tránsito, economía, trabajo. Y eso lo estamos haciendo.
Nosotros estamos trabajando para que el año que viene el peronismo en la ciudad vuelva a tener un intendente. Ese es nuestro gran objetivo, falta mucho tiempo pero a la vez falta poco. Si el año que viene la cuestión pasa por una interna o una PASO, no lo sé. Queremos que el peronismo tenga un intendente; si ese intendente me toca ser a mí, lo estamos trabajando. Si no, por supuesto construiríamos con otro, porque lo que queremos es ganarle a Cambiemos.
Si no se logra su candidatura, ¿cerrarían con algún otro espacio del peronismo?
Tenemos la obligación de hacerlo. Porque si cada uno piensa en lo personal, ese escenario posible de ganar se diluye.
¿Se midió?
No, algunos lo están haciendo pero yo no.
¿Qué piensa de la detención de Mariano Bruera?
Hay muchas cuestiones vinculadas a denuncias mediáticas que se constituyeron en situaciones judiciales, y no solamente con Mariano sino con un montón de compañeros. En su caso no hay nada comprobado, la Justicia tendrá que definir esta situación y lo que siempre he dicho cuando se lo detuvo preventivamente: siempre se mostró a derecho, colaboró con lo que tenía que colaborar y nunca hubo riesgo de fuga. Aun así, está detenido.
La figura de la detención preventiva se aplicó con un montón de compañeros y al día de hoy nada de eso está comprobado. Y está claro que hay toda una persecución, porque hay cosas inentendibles. Obviamente que si hay algún delito tendrá que pagarlo, pero acá la Justicia generó un camino inverso: poner a la gente entre las rejas por las dudas.