Por Mariana Sidoti
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Por Mariana Sidoti
La concejal radical Florencia Rollié reclamó este miércoles por una cuestión repetida insistentemente por diferentes dirigentes opositores al gobierno que conduce el intendente Julio Garro: el tiempo que demoran los proyectos presentados en ser aprobados por el cuerpo. Según la edil los pases a comisión significan una dilación innecesaria para temas que pueden ser resueltos con facilidad, por ello durante la sesión pidió realizar sobre tablas la votación de cuatro proyectos de resolución orientados a la obra pública de bajo calibre.
El primero le solicitaba al Ejecutivo que realice bacheos en la intersección de 1 y 50, el segundo pedía colocar un semáforo peatonal en la misma esquina; el tercero requería la instalación de nomencladores en calle 53 entre 27 y 31, y el último la colocación de un refugio peatonal en la parada de colectivos de 31 y 54.
Aunque en labor se había definido que los proyectos irían a comisión, Rollié solicitó votarlos sobre tablas para agilizar la resolución de los mismos. Sin embargo, su compañero de bloque Javier Mor Roig intervino para aclarar que el bacheo de 1 y 50 había sido resuelto por el gobierno local. La concejal volvió a la carga para insistir el tratamiento de los proyectos restantes y fue entonces cuando el presidente del cuerpo Fernando Ponce salió al cruce y dio el puntapié inicial para un largo e intenso debate sobre la interpretación del reglamento interno del Concejo.
“La comisión de Labor debería reordenar un poco el funcionamiento”, reconoció Julio Irurueta, aunque planteó que “en este momento, debido a que el debate no se dio con anterioridad, voy a votar para que vaya a comisión y se agilice el tratamiento todo lo que sea posible”, concluyó.
El peronista Fabián Lugli aprovechó la discusión sobre el reglamento para chicanear al oficialismo: “El debate me parece más interno que otra cosa, yo respeto lo que se dijo y vengo con un dictamen de labor que voy a respetar. Pero le voy a decir al amigo telefónico (por Cristian Vander) que le dé el teléfono a la gente de su bloque”, bromeó. Ponce, en cambio, puso la moción a consideración del cuerpo y la misma no recibió los votos para ser aprobada. El episodio suscitó las críticas de la oposición. Victoria Tolosa Paz aseguró que en el recinto “se trabaja de manera ineficiente” y a su turno la peronista Lorena Riesgo propuso reunirse en otra ocasión para dirimir la discusión.
“Está bien, es el imperio de las mayorías”, disparó Rollié desde su banca. “Creo que esto tiene que ser un debate público, que los vecinos de La Plata tienen que saber cómo funciona el Concejo Deliberante, qué pasa cuando se pide el arreglo de una luminaria… que sepan que va a comisión y probablemente nunca salga, o si sale lo haga después de algunos años”, sentenció.
El comentario no fue bien recibido por el presidente del Cuerpo quien enseguida le recordó su conflictiva pertenencia al oficialismo. “Si algún concejal no se siente representado por su presidente puede tranquilamente armar un monobloque e ingresar a Labor legislativa, están todos en la libertad de hacerlo. Yo me siento representado por Frangul, pero nadie está obligado a integrar el bloque”, lanzó Ponce ante el silencio del resto de los concejales.
El presidente del bloque Cambiemos en el recinto, Claudio Frangul, es también presidente de la UCR local con la cual el sector de Rollié se encuentra enfrentado. Fue él quien en Labor, junto con el resto de los presidentes de bloque, definió que los proyectos de la edil pasaran a comisión. Los resquemores no son nuevos: en 2017 el sector de la concejal, a través de Sergio Panella y Claudio Pérez Irigoyen, se presentó a las legislativas con una lista propia, pero no llegó a superar las PASO ante el espacio liderado por el actual presidente de bloque.