En una insólita situación, médicos del Hospital de Niños de La Plata tuvieron que improvisar con las luces de sus celulares para continuar con las operaciones que estaban llevando adelante al momento en que se cortó la luz. Los generadores de energía tardaron mucho más de lo habitual en encenderse y los cirujanos cerraron los pechos abiertos de los pacientes de esa manera. En algunos casos se vieron obligados a suspender las operaciones. Continúan los reclamos al gobierno provincial por la grave crisis en un sistema de salud colapsado.
"Los cirujanos cardiovasculares tenían el pecho abierto de los chiquitos y los tuvieron que cerrar y suspender la cirugía, posponerla. La cirugía general sí se terminó pero bajo la luz del celular", describió Ariel Longuino -neurocirujano del Hospital de Niños y secretario general de la seccional CICOP allí- en diálogo con 0221.com.ar.
"Una vez más, el esfuerzo de todos los trabajadores del hospital hizo que no se produjera una tragedia. Solicitamos a las autoridades provinciales que tomen cartas en el asunto y dejen de poner en riesgo la vida de nuestros pacientes. Con los niños no", denuncian desde el gremio que nuclea a todos los profesionales de la salud en la provincia de Buenos Aires.
Con respecto a los hechos, este último jueves se produjo un corte generalizado de energía eléctrica alrededor de las 10:30 de la mañana, mientras varias especialidades quirúrgicas se encontraban trabajando, como por ejemplo una operación de corazón a un paciente que estaba con el esternón abierto -como indica el procedimiento- y que hubo que cerrarlo de manera urgente y sin resolver la patología para preservar su vida, porque el generador demoró más de la cuenta en devolver la luz. Se trataba de una esternoctomía, técnica de cirugía torácica en la que se abre el esternón con una sierra para trabajar en el problema del paciente y luego para su cierre es necesario emplear suturas de acero inoxidable.
"Al esperar que los generadores de energía se activen automáticamente -que tardan 10 segundos como mucho-, pasaron 7 minutos y recién ahí se encendieron; esto generó peligro de vida para el paciente y mucha incertidumbre de los cirujanos de no saber qué iba a pasar", le dijo Longuino a este portal.

"Esto obligó a los profesionales a continuar operando bajo la luz de celulares, corriendo riesgo vidas. Algunas especialidades, como el servicio de cirugía cardiovascular, teniendo a un paciente con una esternotomía a cielo abierto, debió suspender el procedimiento y dar por finalizada la cirugía sin resolver la patología. La misma suerte sufrió el servicio de Terapia Intensiva Pediátrica, donde algunas bombas y respiradores dejaron de funcionar", agregaron otros profesionales presentes en las operaciones.
No es la primera vez que sucede algo así en un hospital bonaerense, y es por esto que el reclamo por soluciones urgentes vuelve a la primera plana. "Todas las fallas las arreglamos con soluciones transitorias. Pero tratándose de vidas de bebés y niños....no es chiste. Falta de políticas sanitarias, trabajo en condiciones paupérrimas, le ponemos garra, le ponemos dedicación, pero sin ayuda de funcionarios que estén comprometidos con la salud pública... Todo es cuesta arriba. Ojalá esto no vuelva a pasar. Es un deseo para los pacientes y para los trabajadores de la salud que remamos cada día para ayudar a la gente que lo necesita", fue la conclusión de Vanesa Reiris, una de las médicas que presenció la dramática situación de este último jueves en el Hospital de Niños.