El festejo íntimo de los 75 años de monseñor Aguer

Sin anuncios ni novedades, el festejo de este jueves en los salones del arzobispado transcurrió cargado de comentarios sobre los cambios que se avizoran en el horizonte de la Iglesia platense. Muchos de los asistentes, que esperaban despejar esos rumores, se quedaron con las ganas.

Distendido y hasta con un desacostumbrado ánimo risueño, Aguer evitó hablar sobre su situación ante los curas. No obstante, en los corrillos del ágape sólo se mencionaron dos nombres: el de Víctor Manuel Fernández, ex titular de la Universidad Católica Argentina (UCA) y el de Oscar Ojea, actual titular de la diócesis de San Isidro.

El nombre de Fernández, muy identificado con la línea pastoral de Bergoglio, es el que más ha sonado en los medios hasta el momento. Ojea, que fue ordenado cura junto con Aguer el 25 de noviembre de 1972, es apenas tres años más joven, con lo cual, su nombramiento implicaría un arzobispo obligado a renunciar por su edad -como lo hace hoy Aguer- en un lapso relativamente corto. No obstante, entre los concurrentes también se admitió que “con Francisco todo puede ser”, en el sentido de que pueden esperarse sorpresas en la definición.

En los pasillos de la arquidiócesis dicen que el recambio no se concretará hasta septiembre. De hecho, pese a que era conocida su decisión de dimitir, aún no fue nombrado un coadjutor y el traspaso no es automático y requeriría algún tiempo.

La fiesta fue organizada por los obispos auxiliares Nicolás Baisi, y Alberto Bochatey, quienes se comunicaron personalmente con todos los sacerdotes de la jurisdicción. Participaron sacerdotes del clero secular y religioso; religiosas; consagrados, trabajadores del Arzobispado, referentes laicos de distintas instituciones, en especial de la Fundación Catedral y la Universidad Católica de La Plata. Además de algunas personalidades del quehacer cultural cercanas al religioso.

Desde el arzobispado se informó que hicieron llegar sus salutaciones cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos consagrados y laicos, del país y del exterior.

A la hora del brindis y tras soplar una única velita, Aguer reconoció la labor de los curas "en estos tiempos tan difíciles, para el mundo y para la Iglesia. Para ellos lleguen especiales palabras de gratitud, por su entrega generosa, desinteresada y tantas veces incomprendida y cuestionada", dijo.

Este viernes 25 de mayo, a las 11, Aguer, celebrará lo que se presume será su último Tedeum en la Catedral; ante las autoridades. Y el sábado 2 de junio, a las 15, presidirá la santa misa de Corpus Christi, en la Catedral; y la posterior procesión con el Santísimo Sacramento por la zona. Se concluirá con la bendición solemne en la misma Catedral. Dicha ceremonia tendrá como fin principal expresar una vez más el rechazo al proyecto de despenalización del aborto que se discute en el Congreso Nacional.

*El autor es periodista platense y biógrafo de monseñor Héctor Aguer.