El temporal de lluvia y granizo que azotó este viernes a la región volvió a poner en alerta a los platenses que, una vez más, a cinco años de la trágica inundación del 2 de abril de 2013, no pudieron zafar de volver a temer lo peor. El 3 de abril de este año, un día después del quinto aniversario de la catástrofe que dejó cerca de un centenar de muertos en la ciudad, el intendente Julio Garro, en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, advirtió que habrá que esperar un año y medio más -seis y medio desde el peor día de la historia de la capital provincial- para que se complete el plan de obras hidráulicas diseñado para poner a la ciudad en condiciones de soportar eventos climáticos cada vez más recurrentes. “Hasta tanto no se terminen, es imposible decir que no ocurrirán anegamientos”, abrió el paraguas.
“Comenzamos nuevas etapas del Arroyo El Gato y sus derivadores, como el Derivador de la 143, que va a impedir que el agua ingrese al Casco Urbano, a Tolosa, a Ringuelet, a San Carlos y a Los Hornos. O como el de la 131, que se encuentra en la última etapa de ejecución", detalló Garro ante los concejales. Y prometió: "Se trata de obras estructurales del mega-plan hidráulico que vamos a completar antes de que termine el 2019”.
Las asambleas de inundados nacidas al calor del drama de 2013, en tanto, refutan la proyección del jefe comunal. Según explicaron a 0221.com.ar representantes de esas organizaciones, los trabajos no estarán finalizados para 2019.
“No sabemos qué resultado van tener las obras y si nos van a proteger realmente ante una nueva tormenta”, señaló Alejandro Albano, de la Asamblea de Tolosa, la zona más castigada en 2013.
“Las obras están al 70 u 80 por ciento de su ejecución. No van a estar terminadas para la fecha prometida por el Intendente”, sentenció el asambleísta.
Las obras, que apuntan a aumentar la capacidad del sistema de escurrimiento de las aguas hacia el Río de La Plata, sufrieron incontables contratiempos desde que la Legislatura bonaerense, a mediados de 2013, autorizó al entonces gobernador Daniel Scioli a tomar deuda específicamente para financiar los trabajos.
Dos años después, en 2015, el entonces ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Arlía, en una entrevista que brindó a 221Radio, prometió que los trabajos estarían finalizados al año siguiente.
La derrota de Scioli y el cambio de signo político en la gobernación bonaerense, con la llegada al poder de María Eugenia Vidal, volvió a trabar el desarrollo del plan porque la nueva gestión revisó los contratos de las adjudicaciones sciolistas.
En mayo de 2017, en tanto, la propia Vidal recorrió obras en La Plata y visitó a vecinos en Altos de San Lorenzo. Si bien prometió terminar gran parte de los trabajos, no dio certezas de la finalización completa. “La Provincia se va a volver a inundar, no una sino varias veces”, lanzó la Gobernadora.