Todo comenzó pocos minutos antes de las 14.30, cuando las autoridades de la facultad de Periodismo y Comunicación Social recibieron un llamado intimidatorio y decidieron suspender las actividades para aplicar el protocolo de emergencia. Tal y como está estipulado en estos casos, el edificio fue evacuado con rapidez y se dio aviso a la Policía.
El imponente edificio de tres cuerpos de diagonal 113 y 63, debió ser evacuado por completo y cientos de jóvenes estudiantes abandonaron las aulas y si dirigieron hacia los patios que lo rodean.
La triste moda de llamados que mantiene en vilo desde hace meses a una gran cantidad de escuelas en La Plata y la región y cuyo caso más emblemático es el del Normal 1, donde los estudiantes sufren casi a diario llamados que los obligan a suspender el dictado de las clases; parece haber llegado a la UNLP.
A pesar del trabajo de los investigadores, que incluyeron el arresto de varios adolescentes involucrados en las amenazas, la ola no se detiene y nadie parece saber cómo detenerla.