Defensa abierta a Pedro Troglio

Abril de 2005: Pedro debuta en un contexto delicado. Gimnasia tiene un promedio anémico y la única meta es eludir el descenso. Que “única”, por favor, no se entienda como sencilla. El Lobo endereza el rumbo, trepa ocho posiciones en trece fechas y gambetea el descenso. Al torneo siguiente, lo impensado: lucha por el título hasta la última fecha.

Octubre de 2011: Troglio se hace cargo del apocalipsis. Gimnasia está nuevamente hundido en la tabla de promedios, pero… ¡de la B Nacional! Ídem 2005: el Lobo encamina su marcha, escala, se salva. ¿Listo?, ¿eso es todo? No, claro que no. Asciende la temporada venidera y en primera división lucha por el campeonato. De nuevo.

Mayo de 2018: Pedro acepta, por tercera vez, el desafío de robustecer un promedio raquítico. ¿Cuántos puntos suma hasta el momento? 14. ¿Y sus competidores en la disputa por la permanencia? Tigre, también 14; San Martín (T), 13; Newell’s, 12; Lanús, Belgrano y San Martín (SJ), 11; Patronato, 9; Argentinos, 6. Está apenas por arriba de la media y encima, mientras persigue el propósito de permanecer, se entusiasma con la copa local.

Al fútbol argentino le encantan los extremos. Los equipos pasan de ser alabados a denostados en un par de jornadas. Y en ese juego perverso hay dos posibilidades.

Gimnasia descendido, un escenario que no se tornó factible por responsabilidad del actual DT. Además, por ahora le escapa a esa situación. Ergo: hasta hoy cumple el objetivo.

Gimnasia campeón. Que si bien suena a utopía, con Troglio siempre es una posibilidad. Pasó en 2005, en 2014 y ocurre ahora. Aunque difíciles y más que difíciles, el Lobo está a dos partidos de lograrlo.

Nadie mejor que Pedro para afrontar lo que viene, desde hoy y hasta que el propio técnico lo considere. Vale volver al principio: el pasado lo colma de crédito, el presente no lo condena.